Una gigantesca avispa de 3,5 centímetros de largo ( sin contar las alas ) perteneciente a una especie desconocida ha sido descubierta por una expedición de entomólogos en la isla indonesia de Sulawesi.
Es una especie de un color muy oscuro, con alas marrones poseyendo los machos unas mandíbulas bidentadas tan largas como sus patas delanteras, desconociéndose aún su dieta y comportamiento.
Sus descubridores, la estadounidense Lynn Kimsey y el alemán Michael Ohl, creen que se trata de una especie endémica y poco difundida incluso en su hábitat, y están seguros de que no se trata de insectos que viven en los bosques, las praderas y las ciudades de todos los continentes
Los entomólogos bautizaron al insecto como Megalara garuda,
Respecto a la utilidad de las descomunales mandíbulas de los machos, se desconoce si se relaciona con un arma de defensa, una herramienta para excavar o simplemente para sujetar a la hembra durante la cópula.
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