Este nuevo Nokia evidentemente perfila como el sucesor del N8 como buque insignia de la empresa, y se espera que esté a la venta el próximo trimestre a un precio de alrededor de 650 dólares en el primer mundo.
Obviamente, la estrella excluyente del gadget es su bestial cámara, pero primero vemos sus especificaciones más standard: corre bajo sistema operativo Symbian Belle, con un motor de un solo núcleo de 1.3 GHz, pantalla de 4 pulgadas, resolución 360 640 (nHD) que mezcla botones fìsicos con opciones táctiles, 512 MB de RAM, 16 GB de ampliable mediante microSD, módem Pentaband, micro USB, micropuertos HDMI y una velocidad de datos de un máximo de 14,4 Mbps HSPA.
Y ahora, sí pasamos a la vedette del teléfono, que obviamente es ideal para los entusiastas de las cámaras: cuenta con un lente Carl Zeiss de foco continuo de 1080p, y una resolución de sensor de unos increíbles 41 megapíxeles al tomar fotos fijas o 34 megapíxeles para las imágenes 16:9.
Utiliza un sistema de interpolación inteligente que condensa cuatro o cinco píxeles en uno para producir un archivo de menor tamaño para la imagen de salida.
Como todo dispositivo especializado, las increíbles bondades visuales que ofrece viene acompañada de algunos sacrificios: es bastante grueso, sobre todo por la protuberancia que crea el pod con bulbo de la cámara, aunque no alcanza a perder su condición de terminal de bolsillo, mientras su pantalla ClearBlack es decididamente de baja resolución ( aunque más que suficiente para el sistema Symbian Belle y sus aplicaciones asociadas ).
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