Dos eminentes expertos estadounidenses en bioética sostienen que no es moralmente incorrecto matar gente, en un artículo publicado recientemente online en el Journal of Medical Ethics, aunque refiriéndose concretamente al caso de pacientes en estado vegetativo que han perdido completamente su autonomía.
Walter Sinnott-Armstrong, de la Universidad de Duke y Franklin G. Miller, del National Institutes of Health, creen que
"el matar en sí no es moralmente incorrecto, aunque sí es moralmente incorrecto causar incapacidad total".
El análisis se realizó con el objeto de justificar las donacionaes de órganos tras la muerte cardiaca (DCD), un estado en el cual un paciente sólo puede continuar viviendo a través de un respirador artificial, y pocos minutos después de retirado éste, se le extraen los órganos para donarlos a otros pacientes.
Los autores afirman que en el momento de dicha extracción, el paciente no está realmente muerto porque aún es posible que su corazón vuelva a latir ( otros bioéticos estan en total desacuerdo con esta afirmación ).
"El criterio de la irreversibilidad no ha sido satisfecha; por lo tanto, estos pacientes no están muertos en el momento en que se le extraen los órganos"
En vista de la escasez de órganos, los cirujanos están deseosos de aumentar el número disponible y el DCD originaría un incremento importante, aunque la posibilidad de que dichos pacientes podrían no estar muertos todavía es un gran obstáculo, pero Sinnott-Armstrong y Miller proponen una solución:
"La regla de los donantes muertos se viola habitualmente en la práctica contemporánea de la donación de órganos vitales.
La coherencia con la ética médica tradicional implicaría que este tipo de donación debería cesar de inmediato ya que morirían pacientes que teóricamente aún podían salvarse.
Sin embargo, matando a estas personas antes de la extracción, se evitaría el problema.
"En estos casos, matar a alguien no falta el respeto a su autonomía, porque no posee ninguna y tampoco puede ser injusto porque no le ocasiona ningún mal.”
"Si el matar fuera incorrecto sólo por el hecho de interrumpir la vida, entonces el principio debería aplicarse con el mismo rigor para sacar las malas hierbas de un jardín.”
“Si no es inmoral para las malas hierbas de un jardín, entonces la vida como tal no tiene el valor sagrado que se pretende, y el asesinato como tal sobre una persona en estado vegetativo sin ninguna autonomía, tampoco puede ser moralmente incorrecto ".
La polémica está sobre la mesa…de operaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario