¿Qué está pasando con la compatibilidad entre el software de los smartphones y las baterías?.
O mejor dicho, deberíamos profundizar la pregunta:
¿qué está pasando con el departamento comercial de las principales empresas fabricantes de celulares?
¿Han olvidado que no se debe lanzar un producto hasta que no haya sido suficientemente probado, so pena de enfrentar juicios por negligencia y deslealtad comercial?
¿O es que han llegado a la triste y preocupante conclusión que el volumen de reclamos por malfunctions nunca superarán las ganancias que implica lanzar el producto meses antes de lo que deberían?
Si esta última es la pregunta que incluye la respuesta, entonces es evidente que para estos monopolios, todos nosotros hemos dejado de ser clientes para ser víctimas patrocinadoras.
Preocupante…
Ya el iPhone 4S tuvo serios inconvenientes de corta duración e incluso estallido de sus pilas, y casi inmediatamente detrás, el buque insignia de Nokia con Windows Phone, el Lumia 800, comenzó a presentar inconvenientes similares de rendimiento de la batería, para los cuales la empresa brindó primero sólo soluciones parciales
( al menos demostraron sinceridad e interés inmediato, nó como sus necios competidores de Apple de quienes además todavía estamos esperando que reconozcan que su falla proviene también de su software en lugar de continuar mintiendo sobre equipos o baterías nó originales ), hasta que finalmente admitió públicamente que no se trataba de la batería, sinó de un error en el software que limitaba la capacidad del teléfono para aprovechar el 100% de la carga y
que incluirán la solución en su próxima actualización, a principios de 2012, ofreciendo para quien no quiera esperar, el reemplazo de la unidad ( teniendo en cuenta la demora de ambos trámites, el usuario hoy afectado deberá esperar como mínimo un mes, elija la opción que elija, para tener funcionando normalmente su teléfono ).
El defecto no alcanza al nuevo Nokia 710 Lumia.
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