Nos ocuparemos en este post de dos temas que los medios han tratado de llevar a primer plano durante estos días debido a un simposio organizado por DARPA en Orlando, Florida, EE.UU., para presentar un proyecto para viajar al espacio profundo y descubrir vida extraterrestre llamado "Starship 100YSS"
buscando "inspirar a varias generaciones a comprometerse con la investigación y el desarrollo de tecnologías e innovaciones tecnológicas a través de disciplinas múltiples, tales como física, matemáticas, ingeniería, biología, economía y psicológica, ciencias sociales, políticas y culturales".
Pero en este simposio las derivaciones no resultaron sólo tecnológicas sinó que desembocaron en especulaciones teológicas y hasta sexuales.
Si especualciones semejantes hubieran tenido lugar en el medioevo, se habría teorizado, por ejemplo, sobre cuánto viento necesitaría una vela para volar hasta la luna, y si el hombre sería capaz de construír un gigantesco ventilador que produzca esa cantidad de viento.Jamás se habría podido teorizar sobre la potencia de un motor a explosión por el simple hecho de que su existencia habría resultado absolutamente inconcebible.
Por lo tanto, sólo podrían haberlo hecho sobre segmentos preseleccionados de elementos tecnológicos de su propio presente.
Por eso estos son ejercicios mentales graciosos, y los posteamos sólo con esa intención: denuncian una patología muy humana ( la de dejarse condicionar demasiado por lo específico perdiendo los marcos empíricos de referencia ) que sólo puede mejorarse sometiendo al razonamiento a un largo período de curación.
Si las consecuencias de las observaciones del presente suelen ser tendenciosas, parciales, frágiles y limitadas, estos intentos futuristas son directamente una especie de fraude intelectual ( al igual que ocurre cuando se intenta teorizar sobre el pasado remoto ).
Realizar una observación del futuro real podría resultarnos tan aterrador como ver de repente hablar a una estatua: completamente inconcebible y estas especulaciones sólo alimentan una vana ilusión de comprensión ( no se puede especular sobre el futuro centrándose en segmentos preseleccionados del presente y a partir de allí generalizar sobre lo que vendrá, es completamente infantil ) y una patología enfermiza del ser humano.
Pues bien: aquí van los resultados de un par de estas especulaciones sobre el futuro:
SEXO EN EL ESPACIO
Partiendo del falaz razonamiento de que si la raza humana puede un día viajar hacia otros sistemas estelares el viaje podrá tomar varias generaciones, en el simposio se analizaron las opciones de la animación suspendida y la reproducción en el espacio ( situaciones sobre las cuales los científicos obviamente no están seguros de que sean posibles ), para que un viaje que dure siglos asegure el arribo de una o dos generaciones posteriores a las que dejaron la Tierra en una supuesta nave interestelar.
"Dar a luz en gravedad cero sería un infierno porque le quitaría a la madre y a los médicos la capacidad de manejar la situación a través del peso del bebé ", opinó el biólogo Athena Andreadis de la Universidad de Massachusetts , "El sexo también sería muy difícil en gravedad cero, porque no tienes tracción y debes evitar chocar constantemente contra las paredes. "- agregó.
Otros investigadores especularon que vivir en gravedad cero podría perjudicar muchísimo el desarrollo de los cuerpos de los supuestos niños nacidos en tal ambiente ( tomaron como ejemplo los registros perjudiciales para el cuerpo humano que se han constatado en entornos tales como la Estación Espacial Internacional, tanto muscular como óseo ) y observaron que sería necesario naves espaciales con entornos atmosféricos auto-sostenibles, imaginando viajes espaciales arduos, peligrosos ( incluso por la larga exposición de la radiación interestelar en el cuerpo ) y larguísimos.
DARPA, por supuesto, quiso intervenir en el galimatías e introdujo la posibilidad de uso de agujeros de gusano en el espacio-tiempo o puentes Einstein-Rosen para viajar.
"JESUS, WE HAVE A PROBLEM"
Un profesor cristiano planteó en el mismo simposio que el cristianismo tendría problemas si se probara que existen seres extraterrestres.
En un discurso titulado "¿Murió Jesús también por los Klingons ? , el profesor Christian Weidemann, académico alemán integrante de la Ruhr-Universität Bochum, planteó el asunto partiendo de la base de que la muerte de Cristo
fue diseñada para salvar a toda la creación, es decir, que incluyó los billones de galaxias y los miles de millones de estrellas en cada una de esas galaxias.
Eso significa que si existe vida inteligente en otros planetas, entonces Jesús se sacrificó por igual para los marcianos que para la humanidad.
Los interrogantes que planteó Weidemann fueron:
¿Jesús escogió a los terrícolas sólo en forma simbólica pero murió para salvar a todas y cada una de las formas de vida inteligentes del universo?
¿O era la raza humana la única que había pecado y necesitaba ser salvada?
Lo más lógico sería pensar que si existen alienígeneas, la mayoría de ellos serían también pecadores.
Si es así, nuestra posición entre los seres inteligentes del Universo se volvería demasiado privilegiada.
O bien podríamos suponer que Jesús envió múltiples encarnaciones de sí mismo a cada planeta habitado, lo cual presupondría además que una gran cantidad de dichas encarnaciones debieron ser simultáneas en el universo.
Sin embargo, esta especulación pondría bajo controversia la teoría de un dios único y un hijo único de dicho dios, lo cual entraría en conflicto con las bases mismas del pensamiento cristiano, religión que tendría más problemas que los hindúes, que creen en varios dioses y por lo tanto no tendrían objeciones a las sugerencias de múltiples encarnaciones de dios de Weidemann, mientras en el mundo musulmán Mahoma no era un dios encarnado sinó un simple profeta, lo cual también aceptaría la teoría de un dios multiplicado.
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