Tal vez sólo tengan un valor estético y aerodinámico y jamás sean construídos en el mundo real, pero aunque aún sean proyectos " en el aire" ( sobre todo el primero ) igual vale la pena echarles un vistazo:
El avión futurista Stratoliner, desarrollado por la compañía Lockheed, inspirado en el pájaro aguja colipinta, será capaz de volar sin parar durante 11.500 kilómetros, y remontar alturas inimaginables para cualquier avión de pasajeros, ayudado por unas alas de enorme envergadura.
Al volar tan alto, la menor resistencia del aire le hará ahorrar combustible y energía y contará con motores de hidrógeno eliminando completamente las emisiones dañinas para el medio ambiente.
Esta ciudad flotante está diseñada para soportar fenómenos naturales extremos, como un huracán o las olas de un tsunami y es una especie de isla artificial de acero y cristal con toda la infraestructura necesaria para la vida, con paneles solares y un eficiente sistema de reciclaje.
Sus diseñadores, el matrimonio polaco Aleksander, se la toman muy en serio explicando que el derretimiento del hielo en los polos aumentará el nivel del agua en océanos y mares y que muchos países densamente poblados tienen una línea de costas muy expuestas a ser devoradas por las aguas, o incluso con tierras debajo del nivel del mar, como los Países Bajos.
Los pisos más altos contarán con centros de recreación y esparcimiento y la zona del techo tendrá con su propio helipuerto.
Los Aleksander explican que su isla artificial será como un estado autónomo que se regirá por sus propias políticas internas y relaciones exteriores .
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