MODELO INFORMÁTICO DEMUESTRA QUE LA INMORTALIDAD EN LOS HUMANOS SERÍA PERJUDICIAL PARA LA ESPECIE

Uno de los santos griales buscados obsesivamente por la especie humana es la inmortalidad, el poder de detener el envejecimiento y vencer a la muerte, pero, paradójicamente, no conseguirla podría ser una propiedad que nos ayuda a sobrevivir como especie.

Entre los seres biológicos conocidos de nuestro planeta, la Turritopsis nutricula, una variedad muy especial de medusa, es considerada literalmente inmortal

ya que su ciclo de vida se considera infinito, al estar regido por un fenómeno conocido como transdiferenciación, que al llegar el animal a su estado adulto, devuelve la juventud a sus células y en teoría vive para siempre, ya que su capacidad para recrear el fenómeno parece ser ilimitada.

Sin embargo, sin depredadores específicos y estando presente en muchos sitios del planeta, los océanos deberían estar infestados de ellas y deberían constituír una plaga evidente

( aún cuando su ciclo no fuera infinito, sería larguísimo ) y nada de eso ha ocurrido ni hay señales de que vaya a ocurrir, lo cual podría ser un indicador de que la inmortalidad es efectivamente una desventaja.

Así parece haberlo confirmado el biólogo evolutivo André Martins, de la Universidad brasileña de Sao Paulo, quien utilizando simulaciones por ordenador, "demostró" que, bajo ciertas condiciones, podría ser una ventaja envejecer y morir ( obviamente nó refiriéndose a lo individual sinó a una especie en su conjunto ).

En sus simulaciones, Martins "enfrentó" dos poblaciones, una mortal y la otra inmortal ( representadas con los colores rojo y azul ), para lograr el control de un entorno, demostrando que la inmortalidad podría colocar a la raza humana en desventaja, pudiendo llegar a ser exterminada por otra especie que posea la "ventaja" de envejecer y morir.

Martins opinó al respecto que: "una especie que crece en edad puede conducir a la extinción a competidores inmortales" ( … ) "

contrariamente a lo que parece, la muerte de los ancianos actúa como un equivalente a la poda de una planta: el cambio y la mutación generacional genera una sucesión mejor adaptada a las condiciones del entorno."

Los modelos informáticos de Martins se comportaron de manera muy diferente conforme a pequeños retoques que se realizaron en el software: al principio, la especie “inmortal' ( que sólo podía morir en accidentes, asesinada o muerta en combate ) tenía una ventaja,

pero al introducirse el factor de la mutación generacional en la especie rival, el equilibrio se inclinó hacia esta última ( para los seres humanos factores como el cambio tecnológico y el aprendizaje pueden ser decisivos en el poder de adaptación, más que una condición física nó degradable )."

Hay una clara ventaja de rapidez en la adaptación para las especies que envejecen, lo cual compensa e incluso supera el efecto perjudicial de la muerte."explicó Martins, aunque aclaró que su simulación no fue tan compleja como el mundo real para lograr resultados más rápidos, y que para ser más concluyente necesitará una investigación adicional donde se incorporen más datos.

No obstante, los resultados iniciales sugieren que, en un sistema tan complejo como el mundo natural regido por las consecuencias de cambios al azar, una especie que envejece aventaja, a largo plazo, a una inmortal y es capaz de llevarla a la extinción, ayudando a explicar la paradoja de porqué envejecemos.

"El pensamiento actual sugiere que la muerte no ha evolucionado", - opinó Bryan Appleyard, autor de “How to Live Forever or Die Trying " - “la evolución sólo se ocupa de llevarnos a la reproducción

y para ello nuestros genes nos protegen hasta alrededor de los 30 años, pero después de eso, parecen no interesarse en lo que nos suceda en nuestra decadencia.

"El gerontólogo británico Aubrey de Grey predijo que “ el primer niño que vivirá 1.000 años ya ha nacido” refiriéndose a los espectaculares avances obtenidos en tecnología y medicina para derrotar el envejecimiento del cuerpo, mientras el escritor estadounidense

Ray Kurzweil imaginó que la expansión del desarrollo de la inteligencia artificial permitirá en algún momento que la mente humana pueda ser “descargada” en una máquina y por lo tanto permanecer vivo para siempre

( está tan convencido que sigue un estricto régimen de salud para estar preparado para protagonizar uno de esos transplantes, que según él, ocurrirán antes de su muerte física ).

Pero una de las reflexiones en mejor tono de ironía fue la del escritor Appleyard: "Sospecho que la real desventaja de los inmortales sería el aburrimiento de sus mentes (…) “ una buena razón para morir es que la mayoría de las personas se enferman de ser ellos mismos”.