Un día ( porque "algún día" nunca llega ) la recordaremos y entenderemos de manera absoluta ( hace poco tiempo Paul Davies un afamado físico teórico del SETI le dió la razón a nuestro post "El Código Genético Secreto" al proponer volver la mirada hacia nuestro propio material genético en busca de señales "ocultas"
-no son ocultas corregimos nosotros, nuestra ignorancia las hace invisibles - dejadas de ex profeso por posibles inteligencias extraterrestres ) .
Mientras tanto, hay científicos que continúan avanzando en la dirección correcta, el de La Ciencia Madre, la biotecnología.
Investigadores de la Universidad Tufts han avanzado una vez más en la recuperación de las que fueron las funciones originales de virus y bacterias, refinando un método que permite a la gente
enviar mensajes usando cepas fluorescentes de la bacteria Escherichia coli diseñándoas para brillar en ciertas condiciones, lo cual las convierte al mismo tiempo en una tinta invisible para quienes no sepan decodificarla.
Combinando colores para encriptar el alfabeto completo, los números del 0 al 9 y unos pocos símbolos, el procedimiento llamado esteganografía imprime matrices compuestas de microbios, ordenando las bacterias a través de mensajes codificados por colores en una placa de petri, para luego ser transferidos a una delgada membrana de nitrocelulosa rica en nutrientes
( que realmente parece de papel, y genera un mensaje muy estable ) donde puede leerse e incluso reenviarse, revelándose el mensaje cuando el destinatario ( conociendo obviamente el sistema de cifrado ) permite que crezca la bacteria en una nueva placa de petri y luego lo decodifica bajo una luz fluorescente.
Se diseñaron siete cepas de E. coli , cada una con un color diferente, generando una biblioteca de siete caracteres, en la cual una unidad de color rojo y verde, por ejemplo, significa una "s", para luego sembrarlas en una placa de petri y dejarlas crecer.
El procedimiento permite incluso crear mensajes que se autodestruyan ( bien al estilo de la película Misión Imposible ), mediante la utilización de bacterias fluorescentes que con el paso del tiempo van perdiendo su brillo, y por ende, su mensaje.
Además, se pueden crear cepas resistentes a los antibióticos, al frío, al calor o a cualquier otro tipo de estímulo extremo, para agregar una medida de seguridad al mensaje.
El destinatario utiliza el antibiótico u otro estímulo adecuado para descifrar el mensaje, y si usa el incorrecto, verá solo un incomprensible galimatías.
Obviamente, las potenciales aplicaciones de seguridad saltan a la vista: archivos secretos a prueba de falsificaciones de marcas de agua o códigos de barras, aunque la imaginación invita a muchas más posibilidades.
El sistema, ha recibido el nombre de InfoBiology y sus geniales creadores Manuel Palacios y David Walt
( que ya habían desarrollado previamente otra ingeniosa creación con fusibles que al quemarse en determinadas intensidades y longitudes podían transmitir información secreta )
han sintentizado y relacionado ADN con códigos en los cuales las letras se corresponden con diferentes combinaciones de bases para secuenciarlos y retransmitirlos a través de los colores utilizando las proteínas fluorescentes que brillan bajo luz ultravioleta y que ya son utilizadas desde hace mucho tiempo para monitorear actividades genéticas.
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