

Al igual que su hermano peruano la incógnita del porqué y para qué de su existencia permanece tan nítida como las imágenes, entre las cuales destaca el Gigante de Atacama, una de
las más grandes ( y solitarias ) figuras antropomórficas que se conocen.

¿ Señalizadores aéreos como los de nuestros aeropuertos para naves extraterrenas ? Es una explicación mucho más respetable y seria que los acostumbrados delirios de nuestros pequeños hombrecitos de gafas llamados científicos: "una representación ritual que propiciase buenas cosechas", " señales orientativas para las caravaneras terrestres"...¡Por favor!! ...tan ridículo e insultante a la inteligencia como siempre.
Sea como fuere, el olvido gigantesco que se tiene con estos geoglíficos es casi tan enigmático como la razón de su existencia. 

Allí están, como todos los enigmas diseminados por nuestro planeta, humillando a los engreídos y confundiendo a los necios, a la espera de una mirada inteligente, de un sobrevuelo intuitivo o de, simplemente, el momento de cumplir una vez más la misión o el propósito para el cual fueron creados.


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