Si indagamos a cualquier ser humano, todos sin distinción sabrán lo que significan los términos Respeto, Libertad y Justicia, por la sencilla razón que están grabados a fuego en el espíritu del alma del hombre, son inherentes al Yo, al Ser.
Sin embargo, en nuestra sociedad actual, ocurre un fenómeno decadente: se proponen sobre estas verdades "significados", "alcances" , justificaciones, proposiciones que destruyen estos principios y símbolos escenciales, mediante el desarrollo de una creciente y constante vaguedad y grotescas deformaciones de los más prístinos valores, como la solidaridad, el respeto o la justicia.Afirmaciones que cambian notablemente su contenido e intención con sólo ligeras ( y perversas ) modificaciones en las palabras, con lo cual se vá destruyendo sutil, lenta e inexorablemente nuestra maquinaria deductiva, que ya de por sí presenta dificultades en un escenario complejo como el actual.
Así, ciudadanos normales son convertidos en sonámbulos que ante la repetición de hechos distorsivos, injustos o ilógicos, que además no encuentran oposición alguna, van aceptando dócilmente la elaboración de tendenciosas nuevas reglas generales tácitas que lo alejan más y más de sus valores humanísticos positivos, y lo arrastran hacia un cada vez más injusto desequilibrio en sus estereotipos sociales y culturales.
Sin embargo, en nuestra sociedad actual, ocurre un fenómeno decadente: se proponen sobre estas verdades "significados", "alcances" , justificaciones, proposiciones que destruyen estos principios y símbolos escenciales, mediante el desarrollo de una creciente y constante vaguedad y grotescas deformaciones de los más prístinos valores, como la solidaridad, el respeto o la justicia.Afirmaciones que cambian notablemente su contenido e intención con sólo ligeras ( y perversas ) modificaciones en las palabras, con lo cual se vá destruyendo sutil, lenta e inexorablemente nuestra maquinaria deductiva, que ya de por sí presenta dificultades en un escenario complejo como el actual.
Así, ciudadanos normales son convertidos en sonámbulos que ante la repetición de hechos distorsivos, injustos o ilógicos, que además no encuentran oposición alguna, van aceptando dócilmente la elaboración de tendenciosas nuevas reglas generales tácitas que lo alejan más y más de sus valores humanísticos positivos, y lo arrastran hacia un cada vez más injusto desequilibrio en sus estereotipos sociales y culturales.
Esto confirma dramáticamente la degradación de nuestra estructura intelectual y espiritual y parece una paradoja, porque en una época donde la ciencia y la tecnología avanzan a toda velocidad, cada vez es más mediocre la capacidad de reacción y discernimiento de la sociedad y su ceguera para saber leer los acontecimientos.
La conciencia colectiva de las masas está totalmente suprimida y entregada sumisamente a la superficialidad y a la trampa de la parcialidad y lo tendencioso de la información que se le ofrece, y de esta manera la injusticia genera sólo más injusticia, porque se ha destruído casi completamente el cimiento fundamental de toda la estructura social.
La sumisión es el sometimiento al dominio y la negación de la inteligencia propia; pero dentro del contexto social que hemos descripto, no someterse es sólo una reacción contra la autoridad en los mismos términos ( aunque le resulte humillante al reaccionario ) e imbuída profundamente de su misma patología enfermiza , y en modo alguno ayuda a convertirnos en seres humanos integrales.
Cuando un copo de nieve choca contra un montón de otros copos de nieve, el modo en que esté organizado el terreno es lo que determinará si vá a producirse un alud.Veamos entonces cómo se encuentra el terreno social en la actualidad:Para reclamar justicia, uno debe emplear métodos justos desde el primer momento. Porque si los medios son injustos, ¿ cómo es posible que el fin sea justo ?.Si el fin es la justicia, el principio debe ser justo, porque el fin y el principio son uno. Los medios determinan implícitamente el fin. ¿Toma de rehenes en un secuestro masivo a usuarios de servicios públicos? ¿ Cortes en la libre circulación de las rutas ? . Estas acciones exhiben explícitamente las mismas raíces opresoras y totalitarias del poder y la obnibulación de los ya pocos reguladores del gradiente social. ¿Cómo se puede exigir justicia tomando rehenes ( inocentes, como agravante específico, es decir completamente ajenos al reclamo en cuestión )?. Parecería que se piensa que la justicia es un fin último, una meta, y que para llegar a ella primero se deben utilizar varias formas de intimidación, y que dentro de estas formas puede aceptarse el avasallamiento de los derechos ajenos como "efectos colaterales inevitables" ( la típica justificacion que escuchamos con frecuencia por boca de presidentes de los estados más poderosos del planeta cuando ejercen sus propios actos de patoterismo, aunque al menos ellos apuntan sus misiles al verdadero destinatario ).
Y entonces inevitablemente se llega al punto en el que uno debe preguntarse retóricamente: ¿ cuál es el ideal de sociedad para el poder ? Aquélla en la cual los explotados que aún logren tomar conciencia de la explotación, la emprendan sin embargo contra sus semejantes en lugar de ir contra los responsables de la situación. Por sobre y por debajo de las calles retumba entonces triunfal una estruendosa carcajada.
Delincuentes que roban y matan intentan la estafa moral al declarar en el sensiblero reality televisivo de turno ( donde increíblemente obtienen tribuna inmediatamente ) que lo hicieron porque no tienen qué comer, como si todo valiera a la hora de reclamar un derecho propio y se gozara automáticamente de inmunidad sobre los métodos utilizados y la invasión, pisoteo y destrucción de los derechos ajenos.
No hay ni blancos ni negros, somos todos verdes… ¿ pero unos son verdes claro y los otros son verdes oscuro?? .
La pérdida de rumbo de la sociedad nunca antes logró expresarse tan magistralmente.En irónicos términos teatrales, podríamos decir que la decadencia ha alcanzado su madurez expresiva.Pero la degradación socio-cultural es tan grande que se ha quedado sin un público que pueda verla.La miran, pero no la ven.
En esta etapa de regresión vergonzosa, deberíamos tener el decoro de enviar otra placa al espacio con un mensaje que le diga a cualquier civilización ( seguramente y a nuestro criterio ) que pudiera estar sumamente interesada en encontrarnos: “Tal vez se nos fué la mano en la placa anterior cuando nos autodenominamos una raza inteligente”
Nos molesta que otros nos digan que hacer, que nos vigilen, que nos prohíban, pero no se nos ocurre nada mejor que esgrimir las mismas armas del dictador a la hora de reclamar en nombre de la libertad.
Si este post no revelara una verdad tan triste sería imperdonable no reírse.
Y entonces inevitablemente se llega al punto en el que uno debe preguntarse retóricamente: ¿ cuál es el ideal de sociedad para el poder ? Aquélla en la cual los explotados que aún logren tomar conciencia de la explotación, la emprendan sin embargo contra sus semejantes en lugar de ir contra los responsables de la situación. Por sobre y por debajo de las calles retumba entonces triunfal una estruendosa carcajada.
Delincuentes que roban y matan intentan la estafa moral al declarar en el sensiblero reality televisivo de turno ( donde increíblemente obtienen tribuna inmediatamente ) que lo hicieron porque no tienen qué comer, como si todo valiera a la hora de reclamar un derecho propio y se gozara automáticamente de inmunidad sobre los métodos utilizados y la invasión, pisoteo y destrucción de los derechos ajenos.
No hay ni blancos ni negros, somos todos verdes… ¿ pero unos son verdes claro y los otros son verdes oscuro?? .
La pérdida de rumbo de la sociedad nunca antes logró expresarse tan magistralmente.En irónicos términos teatrales, podríamos decir que la decadencia ha alcanzado su madurez expresiva.Pero la degradación socio-cultural es tan grande que se ha quedado sin un público que pueda verla.La miran, pero no la ven.
En esta etapa de regresión vergonzosa, deberíamos tener el decoro de enviar otra placa al espacio con un mensaje que le diga a cualquier civilización ( seguramente y a nuestro criterio ) que pudiera estar sumamente interesada en encontrarnos: “Tal vez se nos fué la mano en la placa anterior cuando nos autodenominamos una raza inteligente”
Nos molesta que otros nos digan que hacer, que nos vigilen, que nos prohíban, pero no se nos ocurre nada mejor que esgrimir las mismas armas del dictador a la hora de reclamar en nombre de la libertad.
Si este post no revelara una verdad tan triste sería imperdonable no reírse.
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