En Francia, no sólo se puede pagar un rescate luego de ser secuestrado, sinó que sencillamente se abona por la emoción de ser secuestrado para, luego de tan intensa experiencia, apreciar más la vida.
Una pequeña empresa llamada Ultime Realite ofrece este servicio único que consta de un paquete básico que permite ser capturado por extraños, atado, amordazado, ingresado a empujones en un automóvil, y mantenido prisionero en un oscuro sótano durante cuatro horas.
Los paquetes avanzados incluyen servicios personalizados, como persecuciones en barco, o fugas en helicóptero, y se mantienen durante largos periodos de tiempo, aunque la compañía nunca permite un encierro mayor a las once horas.
Según el sitio web de la compañía: "Ud.va a atravesar por las sensaciones reales de violencia, terror y temor que causa un secuestro real, un shock psicológico que no se le olvidará fácilmente".
Como cliente de Ultime Realite ( que ya lleva tres años en el negocio ) , se puede elegir exactamente el tipo de escenario que se desea, pero sin tener idea de cuándo o dónde sucederá el secuestro.
El contrato establece que la persona será seguida por unos días y en el momento, calle o lugar oportuno, se la secuestra.
La compañía consigue al menos dos órdenes por día , la mayoría por parte de altos ejecutivos adictos a la adrenalina que la consideran una experiencia alternativa a los deportes extremos.
La experiencia está totalmente controlada y nunca nadie sale herido, y si el cliente siente en algún momento que la experiencia supera su umbral de resistencia, la puede terminar mediante el uso de una contraseña previamente acordada.
Ultime Realite no sól oes capaz de organizar secuestros: también se puede optar por protagonizar una persecución de un fugitivo, un seguimiento de un cazador de recompensas, asistir a su propio funeral, pasar una noche en la morgue, o probar suerte en turbias operaciones como el contrabando de drogas.
El servicio no es ilegal, pero la policía francesa advirtió que la compañía debería avisar a las autoridades por si algún transeúnte desprevenido reporta un secuestro en la vía pública.
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