La subasta de atún rojo es tradicional en Tokio, y se lleva a cabo como una forma de celebración del año nuevo y como medio para conseguir publicidad por parte de las cadenas de restaurantes de lujo, pero este año rompió todos los récords al registrarse la venta de un ejemplar de 222 kilogramos atrapado en la costa noreste del país, en aproximadamente un millón setecientos mil dólares, casi tres veces el total de lo recaudado el año anterior, donde el récord de venta por una sola pieza alcanzó los 500.000 dólares.
La oferta de pescado y carne roja rosa es muy apreciada en el país pues se utiliza para preparar platos como el sushi y el sashimi y los mejores cortes, conocidos como 'o-toro', se pueden vender por 2.000 yenes ( unos 20 dólares ) por pieza en los bares de lujo de sushi.
El ganador de la puja fue Kiyoshi Kimura (foto arriba), presidente de Kiyomura Co., una cadena de restaurantes de Sushi-Zanmai quien opinó que el precio le pareció un poco alto, pero que su intención primordial fue "animar a Japón", según la agencia de noticias Kyodo.
La población de estos majestuosos peces ( uno de los más grandes del mundo ) se está agotando rápidamente tanto en el Atlántico como en el Pacífico Sur ( sin mencionar la dósis radiactividad que reciben diariamente, sobre todo en este último, desde el desastre nuclear de Fukushima y su consecuente descarga en el mar de Japón de miles de toneladas de agua contaminada con radiación ) al tornarse ineficaces los controles sobre buques pesqueros y restricciones sobre poblaciones juveniles y zonas de desove, y los japoneses consumen el 80 por ciento del atún rojo capturado en todo el mundo.
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