Un grupo de investigadores de la Universidad de Haifa, en Israel, sostienen en un estudio publicado en la revista Applied Cognitive Psychology, que la mejor forma de detectar a un mentiroso no es a travès del polígrafo o de su lenguaje corporal, sinó de su escritura,
Gil Luria y Sara Rosenblum analizaron a 34 voluntarios pidiéndoles que escriban en una tableta gráfica con un bolígrafo electrónico sensible a la presión, historias que mezclen recuerdos verdaderos con mentiras, y pudieron comprobar con ayuda del computador que cuando lo que se estaba escribiendo no era verdad, los voluntarios presionaban menos el bolígrafo, y hacían trazos más largos y letras más altas que cuando escribían algo cierto.
Los científicos estiman que la escritura manual cambia al mentir porque el cerebro se ve forzado a trabajar más duro cuando tiene que inventarse información.
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