La devastación causada por el huracán Sandy podría haberse evitado con una tecnología sencilla pero ingeniosa hecha de neumáticos viejos, opina un ingeniero de siniestros marítimos de Gran Bretaña.
Miles de neumáticos atados a tubos apoyados produndamente a lo largo del océano podrían evitar huracanes según Stephen Salter, profesor emérito de ingeniería de diseño en la Universidad de Edimburgo, quien ha patentado su idea con el respaldo del multimillonario Bill Gates, creador de Microsoft, y la compañía Intelectual Ventures Nathan Myhrvold, pero advierte que necesita financiación urgente para investigar el esquema más en profundidad.
Miles de neumáticos atados a tubos apoyados produndamente a lo largo del océano podrían evitar huracanes según Stephen Salter, profesor emérito de ingeniería de diseño en la Universidad de Edimburgo, quien ha patentado su idea con el respaldo del multimillonario Bill Gates, creador de Microsoft, y la compañía Intelectual Ventures Nathan Myhrvold, pero advierte que necesita financiación urgente para investigar el esquema más en profundidad.
Los huracanes son áreas de baja presión intensa que se forman sobre las aguas cálidas del océano, y su fuente de energía es vapor de agua que se evapora de la superficie, alimentando la tormenta con el calor latente de la condensación.
El método creado por Salter, básicamente aprovecha la energía de las olas para mezclar esas aguas calientes con las más frías de las profundidades oceànicas y así evitar, o al menos moderar, el efecto que provoca los huracanes devastadores.
El método creado por Salter, básicamente aprovecha la energía de las olas para mezclar esas aguas calientes con las más frías de las profundidades oceànicas y así evitar, o al menos moderar, el efecto que provoca los huracanes devastadores.
El método funciona mediante anillos de 80-100 metros de diámetro hechos de neumáticos deshechados, atados y llenos de una sustancia que los mantiene a flote como el hormigón celular.
La superficie del anillo se eleva un metro por encima del nivel del mar para que el océano hinchado que pase sobre la esctructura lo llene con el agua caliente de su superficie mientras un tubo conectado a la parte interior del anillo se hunde 50-300 metros en el agua más fría.
Poco a poco el tubo se llena con agua caliente, que drena por la parte inferior y su perfil cónico acelera la velocidad del flujo mezclando grandes volúmenes del agua caliente de la superficie con el agua más fría de las profundidades, y así eliminar el calor de la superficie del océano.
Sus anillos de neumáticos se colocarían por miles en las regiones donde se forman las peores tormentas, meses antes del inicio de la temporada de huracanes, y si bien su instrumentación sería costosa, siempre sería de un costo más bajo que el daño causado por estas grandes tormentas.
Al profesor Salter se le ocurrió la idea después de ver el daño y el sufrimiento causado en Nueva Orleans por el huracán Katrina y presentó su proyecto al gobierno de los EE.UU. en 2007 y afirma que su tecnología ha sido probada pero necesita financiación urgente para investigar los efectos ecológicos que pueda tener su aplicación.
La superficie del anillo se eleva un metro por encima del nivel del mar para que el océano hinchado que pase sobre la esctructura lo llene con el agua caliente de su superficie mientras un tubo conectado a la parte interior del anillo se hunde 50-300 metros en el agua más fría.
Sus anillos de neumáticos se colocarían por miles en las regiones donde se forman las peores tormentas, meses antes del inicio de la temporada de huracanes, y si bien su instrumentación sería costosa, siempre sería de un costo más bajo que el daño causado por estas grandes tormentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario