En la era de la globalización, en la cual se supone que todos estamos más conectados que nunca, con miles de "amigos" en las redes sociales, es significativo y brinda una visión muy diferente y preocupante de la realidad, que esté en auge una nueva tendencia, el "snuggling", de la cual ya hemos dado cuenta de su versión japonesa: pagar por dormir con alguien sin tener sexo, por el sólo hecho de no sentirse solo.
Jackie Samuel, de 29 años de edad, se vá a la cama en Rochester, Nueva York, con distintos hombres para ayudarse a pagar sus estudios y mantener a su pequeño hijo, pero no lo hace teniendo sexo con estas personas, sinó simplemente durmiendo acurrucada con ellos.
Cobra 60 dólares la hora y duerme con un máximo de 30 personas por semana, incluyendo jubilados y veteranos de guerra.
Sin embargo, su negocio, 'The Snuggery', no ha pasado desapercibido y su universidad le ha amenazado con expulsarla mientras otros la han llamado prostituta.
Ella opina que su trabajo es saludable, espiritual y divertido.
"Mis clientes vienen a mí por todo tipo de razones, en algunos casos sus mujeres han fallecido, y sólo necesitan alguien con quien estar, y experimentar contacto.
Los más jóvenes suelen tener relaciones problemáticas, y algunas personas vienen solamente por curiosidad.
Jackie permite que sus clientes elijan cualquier lugar de su casa para acurrucarse, pero la mayoría opta por la cama doble.Jackie Samuel, de 29 años de edad, se vá a la cama en Rochester, Nueva York, con distintos hombres para ayudarse a pagar sus estudios y mantener a su pequeño hijo, pero no lo hace teniendo sexo con estas personas, sinó simplemente durmiendo acurrucada con ellos.
Cobra 60 dólares la hora y duerme con un máximo de 30 personas por semana, incluyendo jubilados y veteranos de guerra.
Sin embargo, su negocio, 'The Snuggery', no ha pasado desapercibido y su universidad le ha amenazado con expulsarla mientras otros la han llamado prostituta.
Ella opina que su trabajo es saludable, espiritual y divertido.
"Mis clientes vienen a mí por todo tipo de razones, en algunos casos sus mujeres han fallecido, y sólo necesitan alguien con quien estar, y experimentar contacto.
Los más jóvenes suelen tener relaciones problemáticas, y algunas personas vienen solamente por curiosidad.
Tienen prohibido tocar las partes de su cuerpo cubiertas por la ropa interior, que ella lleva bajo el pijama y hay normas estrictas sobre la no inclusión de actividad sexual, y el negocio ha ido tan bien que incluso ha contratado a otra profesional del snuggling, Colleen ( ver foto abajo ).
"Algunos me ven como algo peor que una prostituta porque piensan que acurrucarse es más íntimo que el sexo, y me han dicho que estoy monetizando el amor, pero aquì no hay ningùn engaño ni es inmoral"
"Algunos me ven como algo peor que una prostituta porque piensan que acurrucarse es más íntimo que el sexo, y me han dicho que estoy monetizando el amor, pero aquì no hay ningùn engaño ni es inmoral"
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