LA NASA AFIRMA QUE PUEDE QUEBRARSE LA VELOCIDAD DE LA LUZ, Y QUE YA ESTÁ TRABAJANDO EN ELLO

La velocidad de la luz ha parecido siempre el límite a toda ambición espacial, al restringir la velocidad de los viajes y por ende los años que llevaría llegar a otras estrellas.

Sin embargo, los propios teóricos de la NASA ahora han declarado que existen posibilidades de que  se pueda lograr viajar más rápido que la luz, después de encontrar una nueva posibilidad teórica. 

Estos científicos están explorando maneras de deformar el universo, doblando el espacio y el tiempo en sí mismos, para poder moverse a través de agujeros espaciales y hacer factible un viaje más rápido que la luz.  

Las ecuaciones basadas en las leyes de la relatividad reconocen esta posibilidad, pero la energía requerida debería tener una energía de masa del tamaño del planeta Júpiter.

Sin embargo, se han encontrado algunas lagunas en las ecuaciones matemáticas de las leyes físicas que podrían demostrar que tales velocidades podrían alcanzarse con mucho menos energía.
Las pruebas que confirmen  esas lagunas se están testeando con interferómetros, llamados White-Juday Warp Field, intentando generar y detectar una pequeña burbuja de deformación en una mini-versión de laboratorio de un motor de curvatura, utilizando lásers para tratar de curvar el espacio y el tiempo en escala microscópica

Creando una de estas burbujas de deformación, el motor de una nave espacial comprimiría el espacio adelante de ella y expandiría el espacio detrás, moviéndose a otro lugar, sin realmente moverse, sin los efectos adversos de otros métodos de viaje, tal cual lo propusiera en 1994 el físico mexicano Miguel Alcubierre, aunque modificando algunas ecuaciones.
Si todo se confirma en estos experimentos, se podría crear un motor para llegar a Alpha Centauri en 2 semanas, medidas en tiempos de la Tierra.
El tiempo sería el mismo en la nave y en la Tierra y no habría fuerzas de marea dentro de la burbuja y la aceleración sería cero, evitando golpes fatales de los tripulantes contra la nave debido a la tremenda aceleración.

Según expuso Harold "Sonny" White del Johnson Space Center de la NASA en un encuentro de científicos, escritores y filósofos en Houston, si se optimiza el grosor de la burbuja y se hace oscilar su intensidad para reducir la rigidez del espacio-tiempo, se podría reducir la cantidad de combustible a algo manejable, lo cual significa que podría ser impulsado por una masa del tamaño de una nave espacial del tamaño de la sonda Voyager 1.
Se necesitarían 500 Kg para enviar una burbuja de 10 metros a una velocidad efectiva de 10c, 10 veces la velocidad de la luz. y si bien la nave en sí misma no iría más rápido que la  luz, lo parecería.