Científicos cubanos del Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos de Cuba han desarrollado un nanofármaco, que presenta una variante mejorada de un fuerte inmunodepresor ya existente para pacientes con trasplantes de órganos, que logra el mismo efecto favorable con una dosis tres veces menor.
El producto, totalmente soluble en agua, se obtuvo a partir de la ciclosporina, un quìmico que se utiliza para evitar los rechazos de órganos trasplantados y es el primer nanofármaco que Cuba producirá a escala industrial, presentado en forma de nanopartículas acondicionadas en microcápsulas.
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