Este diminuto chip de 2 milímetros de largo diseñado por el Instituto Fraunhofer es capaz de medir los niveles de glucosa en la sangre, mediante la lectura de las lágrimas o el sudor del paciente y transmitir los resultados de forma inalámbrica, con lo cual no sería más necesario pinchar a los pacientes con diabetes de tipo 1.
Utiliza una reacción electroquímica facilitada por una enzima especial que logra una precisión increíble y envía sus lecturas a un aplicativo en un smartphone.
Aún se desconoce cuando estará disponible en el mercado ya que resta el proceso de pruebas médicas, pero sus creadores aseguran que será económico y de fácil uso.
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