El reciente anuncio de Google de que sus coches sin conductor habían cumplido 300.000 kilómetros de pruebas de manejo sin sufrir ningún tipo de accidente, y afrontando una amplia gama de condiciones, pone al auto-conducido coche robótico por sobre el promedio de seguridad del estadounidense promedio, que registra un accidente cada 165.000 kilómetros según las estadísticas de la Administración Federal de Carreteras de EE.UU..
Además, los pocos accidentes que protagonizó en el pasado habían sido compartiendo la conducción con humanos.
El proyecto de Google utiliza el Prius de Toyota equipado con una gran variedad de cámaras, sensores de radar y telémetros láser para ver el resto del tráfico, y un sofisticado software que utiliza Google Maps para navegar por las rutas.
Los automóviles van siempre acompañados por humanos listos para asumir el control en caso de mal funcionamiento, aunque dadas las excelentes performances registradas, Google va a empezar a incluír un solo ser humano por auto.
La compañía también acaba de agregar un Lexus RX450h a su flota de Prius (ver foto arriba).
Google tiene una buena razón para estar orgulloso de su proyecto, que además nos acerca al día en que vamos a ser capaces de sentarnos, relajarnos y navegar por internet o mirar una película durante nuestro viaje, aunque para eso quede todavía un largo camino por recorrer.
Además, los pocos accidentes que protagonizó en el pasado habían sido compartiendo la conducción con humanos.
El proyecto de Google utiliza el Prius de Toyota equipado con una gran variedad de cámaras, sensores de radar y telémetros láser para ver el resto del tráfico, y un sofisticado software que utiliza Google Maps para navegar por las rutas.
Los automóviles van siempre acompañados por humanos listos para asumir el control en caso de mal funcionamiento, aunque dadas las excelentes performances registradas, Google va a empezar a incluír un solo ser humano por auto.
La compañía también acaba de agregar un Lexus RX450h a su flota de Prius (ver foto arriba).
Google tiene una buena razón para estar orgulloso de su proyecto, que además nos acerca al día en que vamos a ser capaces de sentarnos, relajarnos y navegar por internet o mirar una película durante nuestro viaje, aunque para eso quede todavía un largo camino por recorrer.
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