Mediante el reemplazo de órganos biológicos defectuosos por una cámara con sensores y un procesador, la Dra. Sheila Nirenberg ha conseguido devolver la vista a ratones ciegos o casi ciegos debido a daños en la retina, la parte del ojo encargada de capturar la luz.
La creación de la neurocientífica consigue que las células ganglionares en la retina trabajen sincronizadamente con los aparatos sintéticos, que convierten la luz en señales eléctricas y logran que el cerebro comprenda y decodifique la transformaciòn.
Los roedores tratados ahora son capaces de seguir los movimientos de los objetos y distinguir caras.
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