En física cuántica, el teletransporte ya se viene realizando desde hace una década, pero siempre en ambientes de laboratorio y distancias completamente inútiles para ser utilizadas en el mundo real.
En cambio, este nuevo evento logra, por primera vez, teletransportar un objeto cuántico a 100 kilómetros de distancia, con lo cual comienza a perfilarse como una tecnología con aplicaciones reales, y no sólo teóricas, como comunicaciones satelitales o criptografías.
La teletransportación cuántica no se basa en la desmaterialización y posterior rematerialización de la materia, sinó que se utiliza un fotón para transmitir un estado cuántico de un objeto a otro, logrando que el receptor adquiera absolutamente todas las propiedades del objeto a teletransportar.
Para esta experiencia, investigadores chinos utilizaron un láser de 1,3 vatios para crear un mecanismo guía o "carril cuántico" que le permitió al fotón ir del punto A al B sin extraviarse.
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