Este es un importante paso hacia el proyecto de un día crear un verdadero "enjambre" de satélites que puedan proveer energía solar a ciudades enteras.
Hasta tanto esto no ocurra, una razonable cantidad de estos pequeños satélites servirían para aprovisionar de energía de emergencia a zonas de desastre.
La idea de los paneles solares en el espacio ha sido muy discutida pero esta nueva investigación demuestra que al menos una versión a pequeña escala es posible.
La utilización de estos procesos transmitiría la energía directamente a las áreas específicas que la requieran, y ahorraría además el costoso proceso de su transporte, un problema que se genera aún en lugares donde la captura es abundante, como el desierto del Sahara.
La utilización de estos procesos transmitiría la energía directamente a las áreas específicas que la requieran, y ahorraría además el costoso proceso de su transporte, un problema que se genera aún en lugares donde la captura es abundante, como el desierto del Sahara.
El mes pasado, un equipo de científicos y estudiantes de ingeniería de Strathclyde desarrollaron el innovador experimento conocido como Suaineadh, o "torsión" en escocés gaélico, que transportó un equipo de paneles solares a bordo de un cohete desde el Círculo Polar Ártico hasta el borde del espacio.
Ahora el equipo se encuentra estudiando los reflectores adecuados para recoger la energía solar, en otro proyecto llamado SAM ( Membrana Adaptable Autoinflable ), una ligera estructura de células autoinflables en el vacío, que puede cambiar de forma una vez desplegada gracias a sus nanobombas.
La Universidad de Strathclyde constituye la sección europea de un consorcio internacional con participación de investigadores estadounidenses, y un equipo japonés, dirigido por el profesor Nobuyuki Kaya, de la Universidad de Kobe, un líder mundial en la transmisión de energía inalámbrica.
Ahora el equipo se encuentra estudiando los reflectores adecuados para recoger la energía solar, en otro proyecto llamado SAM ( Membrana Adaptable Autoinflable ), una ligera estructura de células autoinflables en el vacío, que puede cambiar de forma una vez desplegada gracias a sus nanobombas.
La Universidad de Strathclyde constituye la sección europea de un consorcio internacional con participación de investigadores estadounidenses, y un equipo japonés, dirigido por el profesor Nobuyuki Kaya, de la Universidad de Kobe, un líder mundial en la transmisión de energía inalámbrica.
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