CIVILIZACIONES PERDIDAS BAJO LAS ARENAS
El desierto de Gobi ( Shao-mo-“arena del desierto” y han-hai – “gran mar” - en chino ) uno de los más grandes del planeta, se extiende entre el norte de China y el Sur de Mongolia y está considerado por los paleontólogos uno de los depósitos más ricos del mundo en fósiles prehistóricos, habiéndose encontrado allí el primer huevo fosilizado de dinosaurio.
El desierto de Gobi ( Shao-mo-“arena del desierto” y han-hai – “gran mar” - en chino ) uno de los más grandes del planeta, se extiende entre el norte de China y el Sur de Mongolia y está considerado por los paleontólogos uno de los depósitos más ricos del mundo en fósiles prehistóricos, habiéndose encontrado allí el primer huevo fosilizado de dinosaurio.
Pero este peculiar desierto de extremas temperaturas no parece ser sólo depósito de fósiles: numerosas leyendas hablan de la existencia, bajo sus arenas, de tres ciudades sagradas que fueran habitadas por doradas civilizaciones prediluvianas.
Una antigüa etnia que parece haber tenido su apogeo hace 17.000 años en un imperio que se extendía desde el hoy sumergido bajo las aguas continente de Mu, pasando por Birmania, Asia Central ( China, India, Persia ) y llegando hasta Europa, parece ser la más probable responsable de la construcción de tres supuestas enormes urbes que aparentemente hoy duermen olvidadas bajo las arenas: la Civilización Uigur, de las cuales se han encontrado algunos supuestos restos de ciudades en las partes meridionales de Siberia y en Moravia ( ya nos ocuparemos específicamente de ello en otro post ).
Un antigüo libro hindú, el Libro de Manu, dá cuenta de la existencia de esta gran civilización llamándolos uigures y asegura que también poseían asentamientos en los Balcanes, y en el norte de Francia y España, mientras antigüos textos de monasterios chinos lo confirman, dando cuenta de que esta raza estaba allí antes del levantamiento de la cordillera del Himalaya y las otras cordilleras asiáticas, antes de "El Gran Cataclismo", cuando el desierto de Gobi era una verde llanura rica y bien regada.
Probablemente son los ecos de cómo se llamaba en esa zona a la raza primigenia que habitaba globalmente el planeta hace 20 siglos y que en el resto del mundo recibe nombres diferentes ( los restos de uno de sus últimos énclaves importantes, Kroran, aún son reconocibles en Turquestán oriental y por supuesto es un misterio para la ciencia oficial su repentina destrucción ), o bien una de las primeras razas herederas de ésta, la cuestión es que actualmente la mayoría de los uigures viven en la enigmática región de Xinjiang, bajo dominio del gobierno chino, que si bien no ha tenido que sufrir la castración cerebral de la iglesia occidental, ha tenido su equivalente ideológico, ya que los textos uiguríes fueron destruídos, quemados y prohibidos, porque, al igual que con la iglesia en occidente, desautorizaban la preponderancia cultural dominante, en este caso impuesta por el Partido Comunista.
Archivos desaparecidos, bibliotecas de esta antigua civilización, cultura de una época pre cataclísmica, también ha logrado sobrevivir, con sus inevitables deformaciones, a través de la tradición oral.
Aquí también está presente una de las leyendas más arquetípicas existentes en los legados de diversos pueblos que intentan manifestar lo más honesta y empíricamente posible sus tradiciones, y es aquélla que habla de tablillas de oro que contienen escritas la verdadera historia de la humanidad desde sus albores, donde además el oro abundaba de tal manera que era habría sido deshechado como moneda de cambio.
Durante el siglo 19, se habrían descubierto unas tablillas de oro que aparentemente confirmaban por primera vez de manera física lo que tantas leyendas referían.
Supuestamente rescatadas del último diluvio universal y redactadas en un lenguaje desconocido, habrían sido depositadas en diversos santuarios, integrando sólo una parte de un total mucho más numeroso de escritos, la mayoría de los cuales aún permanecerían ocultos en el Monte Mano, en el Tibet, y en otros lugares elevados.
A partir de aquí, entramos en el puro terreno de la especulación, ya que ningún experto ha tenido acceso los supuestos textos hallados, y sólo existen afirmaciones sin sustentar científicamente por un Swami de nombre Matkormano, quien aseguró haber traducido las tablillas, aunque es muy probable que, de haber tenido acceso a ellas, lo haya hecho sólo a algunos fragmentos y nó a la totalidad, con lo cual estaríamos en presencia de una situación muy frecuente en arqueología, donde personas que sólo tienen en su poder una página! o dos de un texto sagrado, pretenden comprender su totalidad ( imagínense arrancar dos páginas al azar de la biblia y pretender al leerlas interpretar el libro en su totalidad, cuando aún teniéndolo completo continúa siendo controversial y sujeto a múltiples interpretaciones ).
Según este Swami, los textos, habrían revelado la existencia de los “Señores del Mundo llegados del cielo” identificándolos de manera expresa con cosmonautas aunque confusos en cuanto a su lugar de orígen, ya que se mencionaría el planeta Venus y también la estrella de Sirio ( hace 12.000 años, Sirio, el astro más deslumbrante del cielo perceptible, se encontraba muy próximo a la Tierra ).
Este mismo mapa astronómico se describe en otros textos sagrados esparcidos por el mundo, y en numerosas, ricas y fantásticas leyendas, como las de los aymarás, de la zona del Lago Titicaca, en el otro extremo del planeta, que también hacen referencia a Venus y a Sirio como lugares de orígen de estos viajeros interplanetarios.
Supuestamente, estos sabios y científicos textos contenían preceptos relativos al sistema racional de alimentación, de respiración, advertencias sobre los peligros del divorcio de la ciencia y la espiritualidad, y el secreto de las curas de rejuvenecimiento.
También habrían explicado que la raza blanca en aquél entonces se dividió en dos ramas: una siguió la marcha del Sol (hacia Occidente), permaneciendo la otra en la India.
Una leyenda respecto al origen de estas planchas, relata que la supuesta hija de la reina de Mu, de nombre Anahita, habría adquirido a los nueve años la llamada facultad del “recuerdo”, y siguiendo instrucciones de su madre y de su padre, habría transcripto documentos primigenios, añadiendo su mensaje personal escrito sobre 100.000 tablillas pequeñas o planchas de oro.
También existe otra leyenda que habla de una piedra o gema de gran poder con inscripciones similares a los símbolos rúnicos, que está enterrada en el desierto de Gobi ( otros textos dicen que en las montañas del Altai o el macizo de Belukha, cadenas montañosas adyacentes ), y que posee increíbles poderes curativos y otorga enorme poder a quien la posee, arquetipo que puede hallarse en muchas otras culturas ancestrales de todos los continentes.
La piedra sería "un fragmento de las estrellas" que habría sido traída por “Los Señores del Mundo” desde el espacio.
Estamos aquí ante la presencia de otra figura arquetípica basada en un hecho empírico: la existencia en la antigüedad de una raza muy evolucionada tecnológicamente en nuestro planeta presupone, obviamente, el abandono de elementos tecnológicos muy poderosos, capaces de manipular la energía de múltiples e insospechadas formas.
Si se trata de un artefacto para custodiar la evolución humana, de un legado para la especie o por el contrario de un ocultamiento premeditado para evitar que ésta tenga acceso a ellos, es un tema completamente subjetivo y, para nosotros, originado pura y exclusivamente en la mente del hombre actual quien transfiere injustificadamente su subjetividad moral a otras culturas cuyas concepciones desconoce, sean terrestres o interestelares.
Dijo acertadamente una vez el psiquiatra y psicoanalista francés Jacques Lacan a su interlocutor: "Usted se equivoca al pensar que Ud. y yo estamos solos en esta habitación: como mínimo estamos Usted, yo, lo que piensa Ud. de mí, lo que pienso yo de Ud., lo que Ud. cree que yo pienso de Ud. y lo que yo pienso que Ud. cree de mí".
Y se estaba refiriendo a personas pertenecientes a una misma especie, a una misma época y cultura y a un mismo momento histórico. Imagínense trasladar esto a oscuros confines espaciales o a gigantescas brechas temporales.
Igualmente, citaremos brevemente dos puntos de vistas opuestos de personajes notables sobre estos misterosos artefactos de orígen sobrenatural, que a la vez representan emblemáticamente dos ideologías y posturas bien definidas que se manifiestan sobre estos temas:
Para el pintor y diseñador de vestuario de ballet ruso Nicholas Roerich, se trata de un artefacto que emite radiaciones benignas y ejerce influencias positivas sobre los eventos que ocurren en la superficie y sobre la humanidad ( incluso aseguró que él fue comisionado por una logia budista secreta para transportarlo temporariamente a Europa y luego devolverlo y lo llamó "El Regalo de Orión" ).
Para John A.Keel, autor entre otras obras de "La Octava Torre", se trataría de "una especie de cápsula del tiempo electrónica, que sigue funcionando sin sentido ni propósito después de millones de años" y este súper ordenador paranormal habría sido abandonado simplemente por no ser más útil a sus creadores, sin importarles las consecuencias que el mismo pudiera tener sobre otras especies del planeta ( una actitud más cercana a la humana, que- por ejemplo - abandona basura espacial sin importarle siquiera las consecuencias para su propia especie ).
Respecto a las tres ciudades olvidadas de Gobi, Gurdijieff , Baird T. Spalding, Robert Charroux y Madame Blavatski entre otros tantos hablaron profusamente sobre la existencia de una civilización enterrada bajo las arenas de Gobi, y el escritor chileno Miguel Serrano sostuvo que la zona se había vuelto desértica como consecuencia de una guerra atómica ( nosotros coincidimos y pensamos que casi todos los desiertos del mundo están denunciando cicatrices nucleares o de formas energéticas más poderosas liberadas con fines destructivos, y que donde más grandes son los desiertos, es donde más duramente fueron castigados los pueblos ).
Una antigüa etnia que parece haber tenido su apogeo hace 17.000 años en un imperio que se extendía desde el hoy sumergido bajo las aguas continente de Mu, pasando por Birmania, Asia Central ( China, India, Persia ) y llegando hasta Europa, parece ser la más probable responsable de la construcción de tres supuestas enormes urbes que aparentemente hoy duermen olvidadas bajo las arenas: la Civilización Uigur, de las cuales se han encontrado algunos supuestos restos de ciudades en las partes meridionales de Siberia y en Moravia ( ya nos ocuparemos específicamente de ello en otro post ).
Un antigüo libro hindú, el Libro de Manu, dá cuenta de la existencia de esta gran civilización llamándolos uigures y asegura que también poseían asentamientos en los Balcanes, y en el norte de Francia y España, mientras antigüos textos de monasterios chinos lo confirman, dando cuenta de que esta raza estaba allí antes del levantamiento de la cordillera del Himalaya y las otras cordilleras asiáticas, antes de "El Gran Cataclismo", cuando el desierto de Gobi era una verde llanura rica y bien regada.
Probablemente son los ecos de cómo se llamaba en esa zona a la raza primigenia que habitaba globalmente el planeta hace 20 siglos y que en el resto del mundo recibe nombres diferentes ( los restos de uno de sus últimos énclaves importantes, Kroran, aún son reconocibles en Turquestán oriental y por supuesto es un misterio para la ciencia oficial su repentina destrucción ), o bien una de las primeras razas herederas de ésta, la cuestión es que actualmente la mayoría de los uigures viven en la enigmática región de Xinjiang, bajo dominio del gobierno chino, que si bien no ha tenido que sufrir la castración cerebral de la iglesia occidental, ha tenido su equivalente ideológico, ya que los textos uiguríes fueron destruídos, quemados y prohibidos, porque, al igual que con la iglesia en occidente, desautorizaban la preponderancia cultural dominante, en este caso impuesta por el Partido Comunista.
Aquí también está presente una de las leyendas más arquetípicas existentes en los legados de diversos pueblos que intentan manifestar lo más honesta y empíricamente posible sus tradiciones, y es aquélla que habla de tablillas de oro que contienen escritas la verdadera historia de la humanidad desde sus albores, donde además el oro abundaba de tal manera que era habría sido deshechado como moneda de cambio.
Durante el siglo 19, se habrían descubierto unas tablillas de oro que aparentemente confirmaban por primera vez de manera física lo que tantas leyendas referían.
Supuestamente rescatadas del último diluvio universal y redactadas en un lenguaje desconocido, habrían sido depositadas en diversos santuarios, integrando sólo una parte de un total mucho más numeroso de escritos, la mayoría de los cuales aún permanecerían ocultos en el Monte Mano, en el Tibet, y en otros lugares elevados.
A partir de aquí, entramos en el puro terreno de la especulación, ya que ningún experto ha tenido acceso los supuestos textos hallados, y sólo existen afirmaciones sin sustentar científicamente por un Swami de nombre Matkormano, quien aseguró haber traducido las tablillas, aunque es muy probable que, de haber tenido acceso a ellas, lo haya hecho sólo a algunos fragmentos y nó a la totalidad, con lo cual estaríamos en presencia de una situación muy frecuente en arqueología, donde personas que sólo tienen en su poder una página! o dos de un texto sagrado, pretenden comprender su totalidad ( imagínense arrancar dos páginas al azar de la biblia y pretender al leerlas interpretar el libro en su totalidad, cuando aún teniéndolo completo continúa siendo controversial y sujeto a múltiples interpretaciones ).
Según este Swami, los textos, habrían revelado la existencia de los “Señores del Mundo llegados del cielo” identificándolos de manera expresa con cosmonautas aunque confusos en cuanto a su lugar de orígen, ya que se mencionaría el planeta Venus y también la estrella de Sirio ( hace 12.000 años, Sirio, el astro más deslumbrante del cielo perceptible, se encontraba muy próximo a la Tierra ).
Este mismo mapa astronómico se describe en otros textos sagrados esparcidos por el mundo, y en numerosas, ricas y fantásticas leyendas, como las de los aymarás, de la zona del Lago Titicaca, en el otro extremo del planeta, que también hacen referencia a Venus y a Sirio como lugares de orígen de estos viajeros interplanetarios.
Supuestamente, estos sabios y científicos textos contenían preceptos relativos al sistema racional de alimentación, de respiración, advertencias sobre los peligros del divorcio de la ciencia y la espiritualidad, y el secreto de las curas de rejuvenecimiento.
También habrían explicado que la raza blanca en aquél entonces se dividió en dos ramas: una siguió la marcha del Sol (hacia Occidente), permaneciendo la otra en la India.
También existe otra leyenda que habla de una piedra o gema de gran poder con inscripciones similares a los símbolos rúnicos, que está enterrada en el desierto de Gobi ( otros textos dicen que en las montañas del Altai o el macizo de Belukha, cadenas montañosas adyacentes ), y que posee increíbles poderes curativos y otorga enorme poder a quien la posee, arquetipo que puede hallarse en muchas otras culturas ancestrales de todos los continentes.
La piedra sería "un fragmento de las estrellas" que habría sido traída por “Los Señores del Mundo” desde el espacio.
Estamos aquí ante la presencia de otra figura arquetípica basada en un hecho empírico: la existencia en la antigüedad de una raza muy evolucionada tecnológicamente en nuestro planeta presupone, obviamente, el abandono de elementos tecnológicos muy poderosos, capaces de manipular la energía de múltiples e insospechadas formas.
Si se trata de un artefacto para custodiar la evolución humana, de un legado para la especie o por el contrario de un ocultamiento premeditado para evitar que ésta tenga acceso a ellos, es un tema completamente subjetivo y, para nosotros, originado pura y exclusivamente en la mente del hombre actual quien transfiere injustificadamente su subjetividad moral a otras culturas cuyas concepciones desconoce, sean terrestres o interestelares.
Dijo acertadamente una vez el psiquiatra y psicoanalista francés Jacques Lacan a su interlocutor: "Usted se equivoca al pensar que Ud. y yo estamos solos en esta habitación: como mínimo estamos Usted, yo, lo que piensa Ud. de mí, lo que pienso yo de Ud., lo que Ud. cree que yo pienso de Ud. y lo que yo pienso que Ud. cree de mí".
Y se estaba refiriendo a personas pertenecientes a una misma especie, a una misma época y cultura y a un mismo momento histórico. Imagínense trasladar esto a oscuros confines espaciales o a gigantescas brechas temporales.
Igualmente, citaremos brevemente dos puntos de vistas opuestos de personajes notables sobre estos misterosos artefactos de orígen sobrenatural, que a la vez representan emblemáticamente dos ideologías y posturas bien definidas que se manifiestan sobre estos temas:
Para el pintor y diseñador de vestuario de ballet ruso Nicholas Roerich, se trata de un artefacto que emite radiaciones benignas y ejerce influencias positivas sobre los eventos que ocurren en la superficie y sobre la humanidad ( incluso aseguró que él fue comisionado por una logia budista secreta para transportarlo temporariamente a Europa y luego devolverlo y lo llamó "El Regalo de Orión" ).
Para John A.Keel, autor entre otras obras de "La Octava Torre", se trataría de "una especie de cápsula del tiempo electrónica, que sigue funcionando sin sentido ni propósito después de millones de años" y este súper ordenador paranormal habría sido abandonado simplemente por no ser más útil a sus creadores, sin importarles las consecuencias que el mismo pudiera tener sobre otras especies del planeta ( una actitud más cercana a la humana, que- por ejemplo - abandona basura espacial sin importarle siquiera las consecuencias para su propia especie ).
Respecto a las tres ciudades olvidadas de Gobi, Gurdijieff , Baird T. Spalding, Robert Charroux y Madame Blavatski entre otros tantos hablaron profusamente sobre la existencia de una civilización enterrada bajo las arenas de Gobi, y el escritor chileno Miguel Serrano sostuvo que la zona se había vuelto desértica como consecuencia de una guerra atómica ( nosotros coincidimos y pensamos que casi todos los desiertos del mundo están denunciando cicatrices nucleares o de formas energéticas más poderosas liberadas con fines destructivos, y que donde más grandes son los desiertos, es donde más duramente fueron castigados los pueblos ).
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