Junto al azul Danubio también hay cicatrices ancestrales del pasado: allí se desarrolló la primer cultura prehistórica europea hace por lo menos 7.000 años, a juzgar por las minas de cobre que, a 140 kilómetros de Belgrado, en Rudna Glava, confirman esa antigüedad.
Catorce kilómetros al sureste de Belgrado, en un promontorio de diez metros de altura ubicado en la ciudad de Vinca, el arqueólogo serbio Mioje Vasic descubrió en 1908 el asentamiento de una cultura cuyo nombre se deconoce ( heredó el nombre de la ciudad donde tuvo lugar el hallazgo ) cuya metrópolis era el centro de una civilización que se extendía a través de Bosnia, Macedonia, Rumania, Bulgaria y Serbia, aunque también pueden encontrarse sus huellas en otros lugares de Europa Central e incluso en Asia Menor.
Manejaban y comerciaban valiosos minerales como la obsidiana y el cinabrio y muchos de sus utensillos se asemejan a los que utiliza nuestra civilización actual alcanzando un elevado grado de producción artística con pinturas de colores vivos tanto en las pinturas como en los tejidos, los adornos corporales y las estatuas.
Sus casas tenían vigas y pisos de madera, paredes de paja y barro y techos de chapa, constando de varias habitaciones con ausencia de patios, estando amobladas con sillas, mesas y camas.
En vasijas halladas en el énclave pueden verse dibujadas embarcaciones a vela, lo cual evidencia que conocían la ciencia de la navegación.
Uno de los hechos más notorios de esta cultura es que jamás pelearon una guerra ni contra ellos mismos ni contra terceros, récord que no puede igualar ninguna cultura conocida hasta el momento ( incluso los indios hopi, cuyo nombre significa “los pacíficos”, protagonizaron una sangrienta batalla contra los españoles en la época de la colonización ).
Y ése es sólo el comienzo de los enigmas de la cultura Vinca: la desaparición de su metrópolis principal es notoriamente misteriosa, dado que los arqueólogos han encontrado restos de un gran incendio, pero lo extraño es que luego de éste los ciudadanos desaparecieron por completo, en lugar de permanecer en la zona para reconstruír la ciudad como indicaría la lógica.
Tampoco se han encontrado señales de una emigración, lo cual nos lleva a las inevitables preguntas: ¿ qué fue lo que causó el gigantesco incendio ? ¿Fue éste parte de una megacatástrofe mucho mayor que llegó a acabar con la vida de todos los habitantes de Vica?¿una liberación de fuerzas energéticas con poderes similares o superiores a los de las bombas atómicas tal vez?.
Sus cerámicas oscuras atesoran otro oscuro misterio, con ídolos de narices aguileñas, y enormes ojos , la viva estampa de los “grises” extraterrestres, y con cierto perfil reptiliano que los vuelven aún más inquietantes.
Pero el más controversial y enigmático puzzle de esta civilización lo constituye su escritura.
Se trata de una protoescritura de 210 signos de líneas rectas y rectilíneas que no ha podido ser descifrada, pero que ha planteado una calurosa discusión entre arqueólogos respecto a su antigüedad.
Para algunos expertos, se trata de la más antigua forma de escritura identificándose en ella todos los símbolos etruscos, previa incluso a la escritura cuneiforme mesopotámica, lo cual la colocaría como la primer civilización y a los sumerios imitándola muy a posteriori.
Otros no aceptan esta visión y sostienen que fueron los sumerios quienes influyeron en la cultura Vinca, y las no muy confiables dataciones de carbono-14 parecen darle una razón cronológica a los primeros ( a nosotros, como se imaginarán, nos parece una discusión inútil ).
Lo concreto es que, al igual que los sumerios, los vincas relatan que hubo un tiempo en el cual los dioses, llegados desde las Pléyades ( a 450 años luz de la Tierra ) convivieron con su pueblo y uno de sus dioses más importantes se llama Mardek, casi igual que su homólogo en la mitología sumeria que recibe el nombre de Marduk, y no sólo eso: sus características y estética son casi idénticas lo cual demuestra una vez más que eran ramas de un mismo tronco, una civilización original y mundial que pobló nuestro planeta de polo a polo con una única cultura y una ciencia quimérica.
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