miércoles, 4 de abril de 2012

CAVERNA DE LOS TAYOS: ANCESTRALES SECRETOS SUBTERRÁNEOS

En Julio de 1976 tuvo lugar durante un mes y medio en Ecuador una aparatosa expedición.
Se trataba de una intimidante movida científico-militar auspiciada por el propio ejército ecuatoriano conjuntamente con Gran Bretaña.
La misma tenía la atracción extra de contar entre sus filas con nada más y nada menos que el astronauta NEIL AMSTRONG , el primer hombre de nuestra civilización en pisar suelo lunar.
Esta presencia en realidad no era en sí muy llamativa en ésa época, ya que a partir de un aparente encuentro cercano de tercer tipo que habría tenido el astronauta en ocasión de su histórico viaje lunar, comenzó a interesarse vivamente en temas relacionados directa o indirectamente con vida extra o intraterrestre ( temas para los cuales no había exteriorizado ni el más mínimo interés antes de su viaje espacial ).
Previo a su visita a Ecuador, ya había estado en Paysandú Uruguay en la Estancia de la Aurora, famosa por sus múltiples reportes de actividad OVNI.
La mentira oficial ( esta expedición estuvo PLAGADA!! de mentiras oficiales ) fué que Amstrong había sido invitado debido a la celebración del bicentenario de la Independencia de los EE.UU. (¿?) El hombre, conocido por su filiación masónica, permaneció durante tres días en la expedición retirándose luego escoltado por cuatro compatriotas pertenecientes a la religión mormona, y la siguiente mentira oficial fué que no había encontrado nada que pudiese calificarse como extraordinario ( ¡ Basta, Chicoss ! ).
Sin embargo, muy diferente fue lo que dijo el propio astronauta a los medios de prensa:
A su arribo, declaró: "Quiero ser uno de los primeros en poner los pies en sitios subterráneos que no han sido hallados por el hombre. Es un gran paso de la humanidad en el conocimiento del mundo subterráneo". Y en vísperas de su partida manifestó:
"Mi visita a este mundo subterráneo ha superado mi vivencia en la Luna".
Tampoco era nada extraña para la época la intervención de Gran Bretaña, que luego de la segunda guerra mundial sorpresivamente había empezado a tener el mismo ataque de arqueología y misticismo que sus derrotados los nazis.
En general el desarrollo mediático que tuvo la expedición ( se dió participación incluso a diarios y revistas sensacionalistas o pasatistas, como por ejemplo la alienante revista "GENTE" en la Argentina ) sugería en todo momento que sus auspiciantes ( de quien luego daremos más detalles ) encararon la movida con cierto ingenuo deseo de publicidad y notoriedad, como si " no supieran en qué se estaban metiendo". Luego al comenzar los descubrimientos y perder su casi tonta virginidad ( la cual agradecemos, claro!! ) , dió toda la impresión de que se arrepintieron profundamente de su actitud previa y buscaron desesperadamente tapar y borrar con la mano lo que escribieron con el codo en la opinión pública.
PERO...¿ DE QUÉ COÑO ESTAMOS HABLANDO?
Estamos hablando de uno de los más famosos y conocidos de los miles de túneles subterráneos existentes en el planeta, en el cual se desarrolló tal presencia, intrigas e hiperactividad de antiguas hermandades secretas, servicios de inteligencia de varios países, buscadores de tesoros, aventureros y cofradías esotéricas que dejarían las aventuras de una Lara Croft o de un Indiana Jones como bebés de pecho en disneylandia.
La Caverna de Los Tayos, ubicada en la falda de la Cordillera del Cóndor, en Ecuador, fue descubierta en el siglo 19 por el coronel del Ejército Víctor Proaño, aunque ya en ese entonces era conocida y custodiada por una tribu jívara ( si, los famosos " reductores de cabezas " ) llamada Shuar que aún habita en sus inmediaciones y se considera comisionada por dioses intraterenos para la estricta custodia del legado de su civilización.
En estas profundas, oscuras y enigmáticas grutas revolotean en gran número gritando ruidosamente con sonidos que asemejan escalofriantemente el llanto de bebé humano, unas extrañas aves/murciélago casi prehistóricas que se guían en la oscuridad emitiendo ultrasonidos.
Se trata de los Steatornis Caripensis, popularmente conocidos como TAYOS ( de allí el nombre de la caverna ), una especie que llamativamente se encuentra presente en casi todas las cuevas que atraviesan Sudamérica, lo cual fortalece la teoría de una interconexión global subterránea en todo el continente ( y probablemente en todo el planeta ).La dieta de los indios shuar está constituída fundamentalmente a base de los huevos que hurtan a estos extraños pájaros, que son consierados sagrados por guardar la tradición del acceso al mundo subterráneo.
Se accede verticalmente a las cuevas por una especie de profundo cráter, y una vez dentro uno se encuentra con una absoluta oscuridad y una gigantesca construcción evidentemente nó natural, plagada de galerías y pasillos, arcos de piedra cincelados y moles de andesita ( el mismo material empleado en la construcción de Tiahuanaco ). Estos pasillos están construídos al estilo de todas las construcciones megalíticas: dinteles de enormes bloques de piedra de corte y encastre perfecto, agregándose aquí por lógica techos impecablemente alisados
LA EXPEDICION
Comenzó en Agosto de 1.976, participando soldados ecuatorianos y británicos y un cuerpo de científicos, médicos, biólogos y arqueólogos, 20 toneladas de equipo con reabastecimiento vía aérea y todo a un costo de casi tres millones de dólares, una fortuna para la época.
Fué la más nutrida y pertrechada de la que se tenga noticia hasta el presente, con una duración total de un mes y medio.
LA PRIMER SORPRESA
El viaje comenzó en aviones hasta la última pista de aterrizaje aceptable que hay antes de la selva impenetrable ( los problemas de visibilidad para volar en esta zona son imprevisibles: se puede despegar encontrando un claro entre las nubes, pero nada garantiza que la visibilidad se mantenga hasta aterrizar ), para luego continuar en mulas ( para minimizar el riesgo de mordeduras mortales de serpientes ) bajo copiosas y permanentes lluvias, avanzando casi constantemente en el barro y untándose cuerpos y hamacas con ajo al acampar por las noches.
Estando los exploradores a mitad de camino hacia la cueva, en la unión del río Coangos con el Santiago, inesperadamente encontraron una especie de anticipo de lo que verían después: una inmensa pared megalítica en el medio de la selva de dos metros y medio de altura y cuatro metros y medio de largo, en el mismo exacto estilo que las que luego encontrarían en las galerías subterráneas.Las fotos y filmaciones en Super 8 que se realizaron de este enigmático muro jamás fueron dadas a conocer ( ¿tal vez contenían símbolos incómodos para la iglesia o la ciencia? )
Al llegar a la chimenea de entrada, se instaló un generador de electricidad en el campamento base a escasos metros de la entrada a la cueva, se colocó una plataforma en la boca de acceso, se bajaron cables con lámparas de iluminación y se comenzó a descender diariamente, permaneciendo allí hasta altas horas de la tarde de cada día.
Se encontraron primero fragmentos de una figura antropomorfa de arcilla, luego se descubrió una galería taponada artificialmente ( mediante acumulación intencional de piedras ), con restos de estructuras elaboradas, 111 fragmentos cerámicos, recipientes metálicos, botellas con asa y recipientes con elementos antropomorfos y ornitomorfos, un disco con imágenes de serpientes y otro con rasgos felinos.
Estando en plena tarea de exploración, imprevistamente, surgió una fuerte discusión entre integrantes de los equipos y todo se precipitó rápidamente. Se hizo muy evidente una fuerte discrepancia entre las partes respecto a una decisión tomada, que casi los hace llegar a las armas.Obviamente se había descubierto algo que se consideraba de suma importancia y se discutía sobre perpetrar ó nó su robo.En un clima de evidente hostilidad mutua, se extrajeron de la cueva cuatro cajas selladas de madera.Los shuar ( que se suponía obraban como supervisores de la operación ) solicitaron verificar su contenido, pero el permiso les fué negado bajo amenaza de armas de fuego.El chimpancé que había obtenido su presa de carne ( carne podrida, por otra parte, ya que en esa instancia de la expedición, ni siquiera se había "rasguñado" las profundidades de la cueva ) se alejaba corriendo del resto de sus pares, burlando y engañando a quienes habían confiado en su buena fé. Suficiente para la misma patética foto de siempre, de todos los tiempos, de todos los mundos, de todas las dimensiones del hombre.
Los profanadores se retiraron satisfechos con su botín ( que por suerte no tenía ningún valor real salvo su antigüedad ) para entregarlo, obviamente, a quienes eran sus empleadores.
Y aquí aparece el gran detalle: quiénes estaban detrás de la financiación de la millonaria expedición.
Impensadamente, se trataba de la Iglesia Mormona, a la cual la exploración de la caverna, por un increíble efecto dominó de circunstancias, le había despertado un voraz interés por coincidir lo que supuestamente la misma guardaba con sus más preciadas y ancestrales tesis fundamentales en lo relativo a las migraciones transcontinentales y la llegada a América de los patriarcas del culto.
Veamos: El fundador de la Iglesia Mormona fué Joseph Smith, quien recibió ( y tradujo ) una “Biblioteca Metálica” de la cultura y el saber de la América antigüa grabadas en planchas de oro, de manos del Ángel Moroni ( curiosamente, la zona donde se encuentra la cueva de Los Tayos se denomina “Morona” ) que era el hijo del profeta Mormón, autor de dicho libro de oro.Estos relatos incluían una visita de Jesús de Nazareth al continente americano luego de su resurrección.
Siempre según la leyenda, esta biblioteca de oro estaba oculta en algún lugar de la cordillera de Los Andes.
El testaferro y cara visible de esta logia fué el ingeniero escocés Stanley Hall, quien además lideró al equipo británico de la expedición, y de quien se llegó a sospechar que militaba en los Servicios Secretos del Reino Unido.
Asimismo, la filiación masónica de Neil Amstrong y otros varios integrantes presentes en el equipo británico y la estrecha relación que esta logia tuvo siempre con la Iglesia Mormona, hacen presuponer que el proyecto era el resultado de una asociación logístico-financiera entre ambas y que –al menos al comienzo – estaban convencidas que los hallazgos que se producirían en la exploración darían un impulso formidable a sus postulados esotéricos en la fé de la humanidad, a tiempo que debilitaría mortalmente las religiones dominantes.
Sin embargo, todo ese entusiasmo muy pronto se ensombreció y el informe final que la “comisión de estudiosos” dio a conocer a la opinión pública fue que La Cueva de Los Tayos no tenía orígen artificial, que no existían indicios de trabajo humano y que todo era producto de la acción natural de ríos subterráneos.
Pero esta pretenciosa expedición financiada por una logia esotérica tuvo toda una sorprendente y no menos misteriosa cronología previa. Veámosla:
EL PADRE CRESPI
El Padre Salesiano Carlos Crespi Croci había nacido en Italia en 1891, y dedicado su vida al Ecuador desde 1923 hasta 1982, dejando a su paso huellas gigantescas de su vocación de bien. Educador, Antropólogo, Botánico, Artista, Explorador, Cinematógrafo y Músico, había sido tan rico en talento como en bondad.Tal fue así que en Cuenca ( su hogar adoptivo ) se levantó una impresionante escultura en su memoria.
Realizó enormes obras tanto para los habitantes de la selva amazónica como para la ciudad de Cuenca y todo el Oriente ecuatoriano: escuelas gratuitas, instalación de luz eléctrica donde aún no la había, creación de aserraderos, talleres de mecánica, carpintería, ebanistería, sastrería, zapatería, encuadernación, artes y oficios profesionales, siendo él mismo el rector del edificio de tres pisos construído para la enseñanza de Ciencias de la Educación.
Un verdadero gigante que era literalmente adorado por todos, incluso por los indios Shuar sobre quienes en 1927 filmó un documental titulado ‘Los Invencibles Shuar de la Alta Amazonía’ (Los shuar se autodenominan “Invencibles” debido a que ni los incas ni los conquistadores pudieron dominarlos ) donde se reflejaba su vida y su cultura con total respeto.
Como ya hemos visto previamente, los Shuar se autoproclamaban guardianes de la caverna de Los Tayos y frecuentaban la misma asiduamente. Fue así como convencidos de la estatura moral y autoridad de Crespi, le confiaron la custodia de unos enigmáticos objetos ( aparentemente de oro ) con ideogramas en relieve que semejaban una escritura codificada, supuestamente encontrados durante sus numerosas visitas a las cavernas y que el sacerdote guardó celosamente protegidos bajo llave en la Iglesia María Auxiliadora de Cuenca. Estos objetos , como ampliaremos más adelante ( y veremos también en video ) podrían haber formado parte de una mítica "biblioteca Metálica" en la cual se describirían los orígenes mismos de la historia humana y se vincularía estrechamente con las leyendas y mitos de Shambalah, Agaharta, El Libro de Las Vestiduras Blancas y otras civilizaciones perdidas.Esto habría sucedido entre 1927 y 1930.
En la actualidad, lamentablemente, las piezas custodiadas por Crespi desaparecieron, hurtadas por manos anónimas una vez fallecido el sacerdote.Afortunadamente, quedaron al menos fotos y videos que atestiguan su existencia.
JUAN MORICZ
Este espeleólogo aficionado nacido en Hungría tenía un profundo conocimiento esotérico y era un ferviente investigador de leyendas ancestrales.
Estaba convencido de la existencia de un laberíntico mundo subterráneo ( a profundidades muy difíciles de alcanzar por el ser humano ) interconectado a lo largo y a lo ancho del planeta en donde todavía sobrevivían los restos de una desconocida y misteriosa civilización antiquísima de gran sabiduría y más evolucionada que la raza humana, y su obsesión era encontrar una entrada que lo condujera finalmente a su encuentro.
Sus investigaciones del mundo intraterreno lo fueron llevando paulatinamente hacia Sudamérica, donde visitó primero Perú, luego Bolivia( aseguraba que accesos al mundo subterráneo podían hallarse en Cusco y el Lago Titicaca ) y más tarde Argentina, donde hizo especial hincapié en las entradas que –según él- se encontraban en Tierra del Fuego. En este último país permaneció un largo tiempo ( incluso se nacionalizó argentino ) antes de llegar a Ecuador, a mediados de los años 60, atraído por ciertos comentarios que llegaron a sus oídos respecto a que los indios shuar ( que como ya comentamos más arriba se consideraban los custodios de la morada subterránea a la cual se accedía por Los Tayos ) en sus exploraciones subterráneas para hurtar huevos se habían topado con gigantescas huellas sobre bloques de piedra de ángulos rectos y simetrías claramente artificiales, así como también unas enigmáticas láminas metálicas y otros objetos con inscripciones jeroglírficas e ideográficas que habían entregado en custodia a un padre salesiano de Cuenca ( nada más y nada menos que el Padre Crespi ).
Una de las firmes creencias de Moricz era que los shuar eran una de las antiguas ramas madres de la raza húngara ( había publicado un libro llamado “El orígen americano de los pueblos europeos” partiendo de las investigaciones realizadas por el vasco Florencio de Basaldúa, en el cual afirmaba que los albores de la civilización había que buscarlos en América y que lenguas como el vasco o el húngaro tenían profundas raíces en Sudamérica donde varios pueblos presentaban palabras y estructuras equivalentes ), particularidad que pareció confirmar al notar que estos aborígenes hablaban un idioma muy similar al antiguo dialecto húngaro, el magiar.
Como Moricz hablaba muy bien el magiar antiguo, pudo comunicarse perfectamente con ellos, pese a algunas diferencias menores.
Este hecho le fue de enorme ayuda en la elucubración de un elaborado plan a largo plazo, que comenzaba con entablar amistad con los guardianes de los túneles de sus desvelos.
En 1960 se contactó con ellos por primera vez, presentándose como espeleólogo e historiador, y para superar la desconfianza inicial de la tribu, comenzó a comentarles sus teorías sobre las transmigraciones continentales y su creencia ( real, por otra parte ) de que allí se encontraba el orígen de sus ancestros y por lo tanto estaba interesado en conocer profundamente sus tradiciones y creencias.Frecuentó la tribu durante tres años ( le tatuaron en el brazo el mismo signo que ellos llevaban en el rostro como salvoconducto para ingresar irrestrictamente en su territorio ) hasta que en 1964 logró por primera vez ser invitado a conocer las cuevas subterráneas. Fascinado con los resultados, continuó ingresando -sin restricciones ya por parte de la tribu e invitando incluso a personas de su entorno personal-entre 1965 y 1969, período durante el cual obtuvo grandes cantidades de fotos y filmaciones en Super-8.La expedición de 1969 ( que estaba mejor pertrechada que las anteriores y ya contaba con el financiamiento y la presencia de directivos de “La Iglesia de los Santos de los Ultimos Días” ) resultó contundente en cuanto a hallazgos, y Moricz hizo firmar a todos sus acompañantes una declaración en la cual juran guardar absoluto secreto sobre todo lo descubierto, ubicación geográfica u objetos preexistentes en el interior de las cavernas.
Luego, el 21 de julio de 1969, se presentó en Guayaquil e inscribió un Acta Notarial de Descubrimiento que hizo llegar a manos del presidente de la República. En ella, entremezclada con la parte formal, hizo afirmaciones extraordinarias que dejaron en segundo plano el descubrimiento de las cuevas en sí:
“(…) hallados en habitáculos ocultos de variadas y distintas cuevas”(…) “(…) he descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad, que consisten en láminas metálicas que contienen la relación histórica de toda una civilización perdida de la cual el género humano no tiene memoria ni indicios todavía.(…) "(...)"una verdadera biblioteca metálica que contiene la relación cronológica de la historia de la humanidad, el orígen del hombre sobre la Tierra y los conocimientos científicos de una civilización extinguida"(...)
Con este espectacular anuncio ( que luego confirmó en estrados científicos y mediáticamente ) Moricz se constituyó en el primer contemporáneo en dar a conocer masivamente la existencia de un sistema intraterrestre, y de la existencia dentro de él de una biblioteca metálica ( probablemente de oro ).El revuelo que provocó fué de proporciones bíblicas, no sólo en el ambiente especializado, sinó en muchos otros ambientes insospechados… e indeseados, que harían que luego se arrepienta de su entusiasmo comunicativo por el casi mágico hallazgo, y reasumiera un pacto de silencio que no volvería a romper jamás, ni siquiera con su esposa. ERICH VON DÄNIKEN
Entonces apareció en escena otro personaje mundialmente famoso: el suizo Erich Anton Paul Von Dänkinen, quien por ese entonces estaba decidido a convertirse en otro pionero en popularizar temas sensibles, dando a la luz sus teorías ( basadas en otros autores como Peter Kolosimo que habían tenido difusión sólo en ambientes específicos ) sobre presencia extra e intraterrestre en nuestro planeta y otros temas que hasta entonces sólo se trataban en círculos muy privados o secretos.A esta altura, ya se habían publicado “Chariots of the Gods”( el que luego fuera su obra más famosa ) y “Gods from Outer Space”, y durante el revuelo mediático causado por Moricz estaba en plena recolección de un copioso material para su tercer libro.
Inmediatamente lo contactó y se ganó su confianza, a punto tal que el húngaro le dio material fotográfico inédito de las cuevas y una versión “oculta” y completa de su hallazgo, con cientos de detalles secretos.
El relato y el material fotográfico ( junto con fotos de las planchas del padre Crespi ) aparecieron ( bastante distorsionados por Von Dänkinen que a todo le daba intencionalmente un toque “hollywoodense” es decir, comercial ) en su libro “El Oro de los Dioses” que fue un best-seller traducido a 25 idiomas e hizo especial impacto en Europa donde el hallazgo y las afirmaciones de Moricz corrieron como reguero de pólvora.
Para echarle nafta al fuego, dos años después de la publicación del libro de Von Däniken, en la revista Norteamérica “Ancient Skies”, el filólogo hindú Dileep Kumar analizando las planchas del Padre Crespi informó que:
“Sus dimensiones son 52 cms. de largo, 14 cms. de ancho y 4 cms. de espesor, hechas de oro. Su escritura guarda una enorme similitud con caracteres de un lenguaje empleado hace más de 2.300 años en la India, en el período Asokan, llamado Brahmi ”( más tarde, varios expertos identificarían en las placas los doce mismos signos que forman parte del zodíaco, y una enorme similitud con los signos empleados para leer y cantar música gregoriana ).
Enterado de la existencia de Moricz y su hallazgo a través del libro de Von Däniken, se contactó entonces con él el ingeniero y espeleólogo escocés Stanley Hall. Le comentó que estaba planeando una mega-expedición internacional ecuatoriano-británica a la cueva con financiamiento genuino ( los mormones ) y le ofreció ser el guía.
El húngaro contra-ofertó su pretensión de ser el jefe del grupo y que sea condición sine-qua-non que no se toque ni se extraiga de las cuevas ninguna de las piezas o planchas.Como Hall no quiso ceder la jefatura le ofreció compartirla, oferta que Moricz rechazó decidiendo no participar, pero envió a un íntimo amigo suyo ( que lo había acompañado en sus aventuras subterráneas ), el espeleólogo Julio Goyen Aguado, para guiar al grupo ( luego se sabría que entre ambos había un pacto sagrado por el cual Aguado nunca le mostraría a Hall y su grupo la manera de llegar a la misteriosa biblioteca).
Es así que en 1976 se articuló finalmente esta gigantesca y millonaria expedición imaginada por Stanley Hall, que involucró al Reino Unido ( que ya había estado sin éxito por su cuenta en las cuevas en 1.969 ), el gobierno y ejército ecuatoriano ( en Escocia se la llegó a llamar “expedición militar” ), centenares de científicos y militares, un espeleólogo escocés sospechado de ser integrante de los Servicios Secretos de Su Majestad, representantes mormones y masones, el astronauta más famoso del planeta, y una amplia e irrestricta cobertura periodística, todos ellos guiados por el mejor amigo de Juan Moricz quien llevaba instrucciones de no guiarlos a lo esencial…
TODOS SE ARREPINTIERON
Luego del confuso, violento y abrupto final de la expedición, Moricz se llamó a un silencio del que no volvió a salir jamás hasta su muerte. Había visto cara a cara la esencia de sus semejantes, y soportado las presiones de la codicia, la ambición y el propio poder.
Sobrevivió milagrosamente varios intentos de secuestro y asesinato.
Trató de desalentar a todo expedicionario que logró sortear sus maniobras evasivas y se le presentó pidiendo su guía. Evadió con el mismo énfasis que antes aceptaba cualquier tipo de entrevista o reportaje que pudiera volver a darle notoriedad.
Comenzó a vivir en hoteles y no tuvo nunca casa fija. Se registraba en siete hoteles a la vez, entre caros y baratos, y se alojaba siempre en los más modestos.
Falleció en 1991 llevándose consigo muchos secretos.
Stanley Hall, que consideró ridículas las exigencias de Moricz cuando lo contactó para invitarlo a la expedición de 1976, en 1997 ya estaba completamente alineado con su forma de pensar, se consideraba defensor de las cuevas y opinaba que sus tesoros eran patrimonio de la humanidad y que no debían ser tocadas ni extraídas. Para entonces, aún se encontraba en Ecuador y a quien le preguntaba sobre la verdadera entrada a la cueva, le contestaba que la misma era subacuática y que no se podía acceder por tierra ( una verdad a medias, como veremos más adelante ). Sin embargo, mantenía la esperanza de conseguir una nueva financiación para organizar otra expedición.
INVASIÓN TERRESTRE EXTRA
Luego de esta mega-expedición, y a pesar de los peligros e incomodidades que representaba internarse en plena selva virgen, continuaron por décadas los intentos exploratorios a las cuevas por parte de investigadores, estudiosos esotéricos, ladrones, simples curiosos y cientos de misiones protestanes ( las cuales detentaron el doloroso récord de protagonizar la mayor cantidad de accidentes mortales en el intento ).
REPORTAJES A MORICZ
En 1970 en una entrevista para un canal ecuatoriano, expresó:
“Después de la Segunda Guerra Mundial me he dedicado a rastrear el orígen de la humanidad, para saber porqué estamos en esta Tierra, qué hemos de hacer y dónde habremos de llegar”
En el periódico El Universo de Guayaquil, con fecha 6 de agosto de 1976, resume la esencia de su pensamiento.Aquí transcribimos algunas estrofas:
Pregunta: ¿Cree que hay hombres allí abajo?
Moricz: Pueden tildarme de loco, pero hay seres superiores bajo tierra, con un dios inmortal
Pregunta: ¿ Cómo los concibe físicamente?
Moricz: De carne y hueso, pero genéticamente superiores.
Pregunta: ¿ Ha estado Ud. con ellos?
Moricz: Por eso puedo darle detalles del asunto
Pregunta: ¿Y qué hacen en ese mundo subterráneo?
Moricz: Hay talleres de tecnología avanzada
Pregunta: Los platos voldadores son aparatos salidos del centro de la Tierra?
Moricz: Quién sabe…
Pregunta: ¿Los shuar habrán visto estos seres?
Moricz: Es posible, son sus dioses.
Pregunta: Si aceptasen sus condiciones, ¿Ud. conduciría a sus acompañantes hasta ese lugar?
Moricz: Primero tendría que seleccionar los expedicionarios
Pregunta: ¿Y con eso basta?
Moricz: No, tengo que establecer contacto y ver la posibilidad de ser recibidos
Pregunta: Para muchos esta versión será increíble
Moricz: Así es. Hace cierto tiempo me tildaron de loco; nadie creyó ni siquiera en la existencia de las cuevas.Ahora dicen que soy una maravilla.Pues bien, imagino que con lo que le he contado volverán a considerarme un chiflado.Sin embargo, el mundo subterráneo existe y los seres de que les hablo están abajo.No les podemos ver, pero ellos sí a nosotros.
QUÉ HAY EN LAS PROFUNDIDADES DE LOS TAYOS
Una vez descendida la chimenea, recorridos los primeros 300 metros y atravesada la gran estancia bautizada por Moricz como "Domo de Nuestra Señora del Guayas", se presentan dos largas galerías y luego hay que doblar un recodo de 90º que conduce a una curva en sentido contrario.A continuación, se desemboca en una sala circular en cuyo centro hay una mesa redonda tallada en piedra y siete asientos.En la roca, detrás de cada asiento, aparece una abertura rectangular.Se debe penetrar en la abertura que está orientada hacia el Sur, y se avanza por un pequeño y estrecho pasadizo suavemente ascendente.Luego de una hora de ascención, el túnel dobla hacia el Sureste y adquiere una pendiente ascendente más empinada.Luego se vuelve descendente, y se torna tan estrecho que hay que continuar a gatas.Al poco rato, se percibe una luz al final de la pendiente.La boca del túnel queda entonces separada del exterior por una potente cascada de agua que la cubre por completo.Una vez cruzada la misma, se llega a un promontorio, abierto en lo alto sobre la selva vírgen y que dá paso a una enorme gruta.Junto a ella, en una pared que forma un precipicio, aparece un resbaladizo camino enlosado sobre una estrechísima cornisa.Una vez sorteado el mismo, se accede hasta otra pequeña cavidad de tres metros de profundidad.En el piso hay dos losas cuadradas de medio metro de lado cada una.Debajo de ella, una estrecha escalera de piedra que conduce a una galería de piso de tierra.Al final de la misma, una bajada extremadamente peligrosa desemboca en una nueva gruta que alberga un pequeño lago de unos 40 metros de ancho, y una galería horizontal de un kilómetro de largo que dobla hacia el oeste e inicia una bajada poco pronunciada.Al cabo de una hora de marcha, aparece una nueva pequeña gruta también con un lago en su interior. Al retirarse el agua de este lago ( fenómeno que sólo se produce en determinadas circunstancias ) aparece en su fondo una galería lateral con una larga escalera ascendente que conduce hacia un estrecho pasadizo horizontal de metro y medio de altura, que avanza en espiral para culminar en una muy pronunciada escalera descendente que finaliza en una cavidad en cuyo centro se encuentra una especie de altar, y que posee un enorme pórtico que franquea una ancha y cómoda galería que desemboca en una gruta.
En esta gruta, una especie de lámpara giratoria ilumina numerosos esqueletos humanos totalmente recubiertos de oro y joyas de todo tipo.En el centro, sobre una mesa de piedra se presentan unos libros con hojas de oro escritos con jeroglíficos que contienen la historia de todas las civilizaciones de la Tierra.Ningún extraño debe tocar ni extraer nada de lo que allí vé. De lo contario, jamás hallará el camino de salida. Sin las claves y la llave correcta ( aún en presencia de la cerradura ), no se encuentra más que un conjunto de cuevas entrelazadas.
OTRA ENTRADA SUBACUÁTICAEl acceso conocido a este mundo subterráneo no es, sin embargo, el único que existe: debajo del río que separa el poblado de la gran boca de la cueva existe otra entrada submarina, mucho más directa, pero prácticamente inaccesible: en este caso su custodia está a cargo de traicioneros torbellinos y de las boas. Estos monstruos gigantescos atacan apenas algún humano se sumerge atrapándolo por el tórax, arrastrándolo violentamente hasta el fondo del río y devorándolo entero de un solo bocado.
VIDEOS:
Video 1
STANLEY HALL SE ENCUENTRA CON EL PADRE CRESPI EN 1975-76 Y ÉSTE LE MUESTRA LOS ENIGMÁTICOS OBJETOS RECIBIDOS DE LOS INDIOS

Video 2

Video 3

VIDEO 4

NOTA: La primera y la última imágen no son de la cueva de Los Tayos.Pertenecen a la Cueva Mamut, en Vietnam.

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