Ayer se cumplió el centésimo aniversario del hundimiento del RMS Titanic luego de haber sido golpeado por un iceberg durante su viaje inaugural desde Southampton , Gran Bretaña, a Nueva York, EE.UU., tragedia que fue dramatizada ( y comercializada ) en 1997 en una película dirigida por el célebre James Cameron y protagonizada por Kate Winslet y Leonardo Di Caprio.
Entre las anécdotas más significativas del aniversario, pueden destacarse la ceremonia conmemorativa celebrada en el lugar del hecho a bordo de los cruceros Journey y MS Balmoral incluyendo en sus cubiertas descendientes directos de víctimas de la catástrofe, contrastando con cientos de tweets de gente sorprendida al enterarse por primera vez de que la película estaba basada en un hecho real mientras ellos
creían que sólo se trataba de un guión ficticio(!), todo ello coronado por la presentación ( dividida en varias entregas ) de la National Geographic apoyada por un grupo de técnicos y científicos de la catástrofe desde una nueva óptica apoyada por los enormes avances tecnológicos, incluyendo nuevas inmersiones hasta los restos del Titanic, el barco de pasajeros que entonces era el más grande del mundo y con fama de inhundible.
Por otra parte, el hecho de que la tripulación sobreviviente fuera obligada a firmar un compromiso jurado de mantener en secreto los sucesos, sumado al comportamiento fuera de lugar en la navegación llevada a cabo por el capitán Edward John Smith en la zona, han hecho sospechar una historia bastante diferente de la versión épica que se ha difundido públicamente, e incluso ciertos ámbitos relacionados con teóricos de la conspiración han sugerido un hundimiento intencional, incluyendo el avistamiento en la misma zona de un segundo barco de cuatro mástiles con chimeneas de color amarillo por parte del capitán del barco Californian.
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