STARCHILD

EL NIÑO DE LAS ESTRELLAS

Hace 81 años, en una cueva dentro de una mina abandonada de un pueblo rural en el Cañado del Cobre ( distante unos 150 kms. del estado mexicano de Chihuahua )

una adolescente cuyo nombre jamás trascendíó descubrió y se llevó a su casa dos equeletos completos, uno de sexo femenino abrazando a otro más pequeño y enterrado a una mayor profundidad, que parecían ser los restos de un niño, pero que presentaba unas características muy extrañas.

RECONSTRUCCIÓN ANATÓMICO-FORENSE DE STARCHILD BASADA EN SU CRÁNEO

Temiendo ser reprendida por la posesión de estos restos la niña los escondió en un lugar que se encontraba a la intemperie, razón por la cual se perdieron todos los huesos salvo los cráneos y un maxilar, que la muchacha guardó hasta su muerte ocurrida en la década de los 90, quedando entonces el cráneo del misterioso esqueleto en manos de un matrimonio norteamericano de la ciudad de El Paso, quienes contactaron al arqueólogo, psicólogo y escritor Lloyd Pye intrigados por las muy extrañas características de la cabeza.
Lloyd Pie dio un respingo apenas vio aquellos restos, y desde entonces ( hace más de una década) intenta esclarecer su naturaleza y origen con la colaboración de empresas especializadas en genética como Trace Genetics, Royal Holloway Institute de Londres, neurocientíficos y craneofisiólogos como el Dr.Sweet de la Universidad British Columbia de Canadá y genetistas como el Doctor Kem Paid, y otros ilustres nombres que sin embargo se vieron obligados a mantener sus aportes en la clandestinidad para no exponerse a perder sus empleos o incluso sus licencias de colegiados ( en Estados Unidos, el sólo hecho de que cualquier científico muestre un interés específico por el mundo de los extraterrestres puede ser causa suficiente para que su licencia le sea retirada ).

Desde entonces, el hallazgo ha sido llamado “Starchild” por presuponerse de origen alienígena, y muchos ven en él una prueba empírica de que seres extraterrestres nos visitaron en el pasado.
El científico norteamericano defiende el origen “nó humano” del cráneo y rechaza que sus características especiales puedan deberse a malformaciones congénitas ( argumentos que ha esgrimido la ciencia “oficial” para justificar su desdén hacia el estudio de los restos ) como la hidrocefalia, el envejecimiento precoz ( progeria ) o la deformación craneal inducida propia de las tribus de la región donde fue hallado.

DEFORMACIÓN CRANEAL INDUCIDA

Ha construido una réplica exacta del cráneo para exhibirlo a todo profesional y persona que quiera estudiarlo durante sus innumerables congresos sobre el tema, mientras, por razones obvias de seguridad ( no sólo como medida de protección contra ladrones sinó porque gobiernos y religiones no quieren que se tenga conocimiento de estas evidencias y las han hecho desaparecer una incontable cantidad de veces ), ha confinado el original a la bóveda de un banco en Texas.

Las diferencias más notables que presenta con respecto a un cráneo normal son: su extrema ligereza, su pasmosa simetría y perfección tanto en su frente como en sus lados y su parte trasera,

la cuenca de sus ojos mucho más pronunciadas que las humanas y sin puente óseo, oído interno dos veces más grandes, ausencia de inión ( presente en todos los primates ), unos agujeros esponjosos con un residuo rojo dentro de la matriz del hueso craneal inmune a la acción bacteriana ( no es sangre coagulada ), unas extrañas fibras resistentes a la corrosión y descomposición ( se ha descartado que sea tejido capilar, al menos humano ), se ensancha en lugar de estrecharse, no posee hueso nasal ni vestigios de senos, ni punto de unión entre cuello y cabeza, sus occipitales y parietales son planos,

tiene la mitad de espesor pero a la vez es tres veces más duro que un cráneo normal y el hueso presenta una composición química ( similar al esmalte dental ) y un entramado de enigmáticas fibras que no existe en ninguna especie conocida en la Tierra.

Su cerebro debió ser un tercio más grande y pesado que lo que debía ser en relación a su tamaño, y la gravedad debió haberlo empujado a través del agujero “foramen magnum” ante el primer intento de caminar erguido.

LOS ANÁLISIS

El análisis dental determinó que era muy probable que no se tratara de un niño como se creyó en un principio ya que los dientes se encontraban muy desgastados y sus raíces eran muy gruesas y además las piezas del cráneo estaban muy solidificadas para corresponder a una criatura ( pero claro: esto cotejándolo – erróneamente, a nuestro entender – con los parámetros humanos: si por un lado estamos considerando la posibilidad de que se trate de los restos de un ser extraterrestre, ninguna propiedad humana le puede ser transferida para sacar conclusiones: un alienígena bebé puede tener su dentadura muy desgastada porque se alimenta con materiales muy erosionantes y la solidificación de sus huesos puede ser infinitamente más rápida que la nuestra, así que estas conclusiones primarias a nuestro entender no aplican en absoluto ).

El análisis de los huesos arrojó una composición diferente a la del hueso humano según los informes de Lloyd Pye, al recuperar en 2010 ADN nuclear.

RESULTADOS DE LA RECUPERACIÓN DE ADN NUCLEAR REALIZADA A STARCHILD EN 2010
Las pruebas de ADN comenzaron en 2003, recuperándose el ADN mitocondrial y los resultados demostraron que la madre de ese ser era humana pero su padre nó ( esta última conclusión basados en que no se ha podido encontrar ningún ADN humano similar en todos los archivos del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos ).

Actualmente se está intentando recuperar el mapa del genoma completo, para lo cual Pye solicita en todas sus conferencias la colaboración de algún mecenas ya que la tarea de recuperar la secuencia completa de ADN cuesta varios millones de dólares.

Una confusa situación se invoca a este respecto y es que un millonario que se había demostrado dispuesto a financiar el proyecto murió bajo enigmáticas circunstancias unos días antes de poder hacerlo.

Esta anomalía sí está comprobada en una enorme cantidad de casos similares a éste pero hay que analizar uno por uno para poder ver a quién deja más mal parado este tipo de eventos o a quién beneficia más invocarlos en cada oportunidad: si los mecanismos del poder desearan abortar específicamente la investigación de Starchild: ¿porqué asesinar al influyente millonario en lugar de hacerlo con Pye, que es el impulsor, el motor del proyecto, la cabeza del perro?. Esto último sería más efectivo, menos mediático ( Pye tendría mucho menos prensa que un millonario ) y menos peligroso. No tiene ninguna lógica pensado desde la vereda del poder.

Muy diferente se vuelve la óptica a través de la cual analizamos estas situaciones cuando la represión se descarga directa o indirectamente sobre los protagonistas.

CRÁNEO ALIENÍGENA O GRAN DELIRIO

El Starchild es indudablemente controvertido, y nada se ha probado rotundamente aún, ni a favor de sus defensores ni de sus detractores.

La discusión más fuerte se ha centrado en dar cabida ó nó a la posibilidad de estar simplemente ante un cráneo de una criatura con problemas congénitos.

Al respecto, Pye y sus colaboradores sostienen que en las pruebas de rayos X de un cráneo con hidrocefalia la capa ósea se infla como consecuencia de la presión del fluído cerebral y no presentan fisuras o pliegues. En cambio en el Starchild sí los presenta y mantiene una simetría asombrosa.

NIÑO CON HIDROCEFALIA

Sobre las deformaciones inducidas que practicaban las culturas aborígenes atando la cabeza de sus hijos a una madera para llevarlos sobre sus espaldas, tampoco serían comprobables en este caso ya que no se observan las protuberancias que habitualmente dejaban estos “tratamientos”.

De hecho, el cráneo de la mujer que se encontró junto al niño de las estrellas ( y cuyo origen totalmente humano se ha comprobado genéticamente ) sí presenta esa deformidad craneal inducida y las protuberancias del caso.

Los detractores de estas conclusiones sostienen que en las malformaciones, al existir una deformación cráneo-facial, ésta inexorablemente vá induciendo luego la deformación de toda la estructura ósea ( en su búsqueda de conservar sus funciones activas ), por lo cual si se toman para análisis las partes sin tener en cuenta el efecto cascada del todo, las conclusiones pueden ser muy erróneas.

ENVEJECIMIENTO PREMATURO ( PROGERIA )

También indican que varias de las anomalías invocadas como nó humanas son significativas de múltiples enfermedades muy humanas que provocan determinadas hiperpresiones contra las cuales el organismo se defiende aumentando su calibre óseo.

La carencia de senos frontales no es excepcional en los niños terrestres ( se desarrollan recién a partir de los 10-12 años ) por lo cual, siempre tomando parámetros humanos, si se tratase de los restos de un niño sería completamente normal, y en casos de adultos, si bien es raro, también se han registrado casos en los cuales dichos senos no se desarrollan.
La supuesta inexistencia de frontales o uniones entre los huesos del cráneo ha sido rebatida por algunos profesionales que examinaron personalmente el modelo de Pye, asegurando que sí existían aunque ligeramente anteriores a su ubicación normal, también debido a la deformidad craneal.

Estas muy aceptables observaciones no rebaten la totalidad de las anomalías detectadas en Starchild, pero le quitan validez médica a más de la mitad de ellas y no convalidan dichas razones anatómicas o morfológicas para considerarlo extraterrestre.

Estar abiertos a nuevos conocimientos no significa comprar quimeras seudocientíficas pero tampoco renunciar a las preguntas trascendentes, buscando una verdad que nos permita caminar hacia el futuro : ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿hacia dónde vamos?.

Éste es el reto, la frontera final de la memoria genética.
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