ANALIZANDO FRÍAMENTE NUESTRAS RESPONSABILIDADES Y NUESTROS MIEDOS
Las actuales controversias en torno a las causas y el impacto del actual calentamiento global han sido puestas en duda por un nuevo estudio que muestra que durante la Edad Media todo el planeta se calentó, que luego hubo una "mini-edad de hielo" y que a continuación se enfrió de forma natural, y quizás éste sea un estudio clave para analizar "fríamente" los calentamientos y congelamientos conque nos "amenazan" constantemente las agencias climatológicas, profetas del apocalipsis y representantes de otros oscuros y poderosos intereses.
Sin volvernos "conspiranoicos", podríamos concluír que nuestro estado evolutivo social, torturado durante siglos por ideologías manipuladoras muchísimo más peligrosas que el clima, está predispuesto a asustarse de todo, y a acusarse de todo, y esto es precisamente lo que garantiza la continuidad del poder dominante: un perfil social temeroso, sin importar qué es lo que se tema:
Si antes era un dios irracional, invisible y omnipresente y ahora se lo reemplaza por amenazas supuestamente más racionales, no importa: lo importante es que se siga temiendo y sintiéndo culpabilidad, porque - como ya lo demostró históricamente la iglesia católica - ésa es la clave para tener garantizado el poder y las pingües ganancias: No hay esclavitud más pefectamente perpetrada que aquélla en la cual el esclavo se entrega voluntaria y sumisamente.
Luego, yendo más a los detalles, podremos encontrar - como es costumbre - especulaciones de todo tipo, desde manipulaciones espurias hasta endilgamiento de culpas al más puro estilo católico apostólico romano, pasando por oscuros seres ocultos que sólo viven para destruírnos ( en una visión casi precolombina, y absurdamente egocéntrica ).
La cuestión es que un equipo de científicos dirigido por el geoquímico Zunli Lu de la Universidad de Syracuse en el estado de Nueva York, en los EE.UU. ha encontrado que, contrariamente al "consenso", el "Período Cálido Medieval" que tuvo lugar aproximadamente entre 500 a 1.000 años atrás, no era sólo limitado a Europa sinó a todo el planeta, extendiéndose hasta la propia Antártida, experimentándose un calentamiento global sin - por supuesto - la más mínima participación humana en la emisión de CO2.
Este importantísimo estudio desmiente las afirmaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que afirma que el Período Cálido Medieval fue confinado a Europa y que por lo tanto, el calentamiento que estamos experimentando ahora es un fenómeno causado exclusivamente por el hombre.
El profesor Lu ha demostrado que esto no es cierto, y la evidencia se encuentra en un raro mineral llamado ikaite, que se forma en aguas frías.
'El Ikaite es una versión helada de la piedra caliza, explicó Lu - "Los cristales sólo son estables bajo condiciones de frío y en realidad se funden a la temperatura ambiente. Resulta que el agua que tiene la estructura cristalina - llamada agua de hidratación - brinda información acerca de las temperaturas, conforme a la forma de sus cristales".
Este hallazgo del equipo de investigación de Lu establece, por primera vez, el estudio del ikaite como una forma fiable para conocer las condiciones climáticas del pasado.
Los científicos estudiaron los núcleos de los cristales ikaite provenientes de sedimentos de más de 2.000 años de antigüedad encontrados en las costas de la Antártida, y analizaron especialmente aquéllos que se encontraban en capas depositadas durante la "Pequeña Edad de Hielo" medieval, ( aproximadamente 300 a 500 años atrás ) y durante el Período Cálido Medieval previo, ambos fenómenos perfectamente documentados en el norte de Europa.
Estudiando la cantidad de isótopos de oxígeno pesados encontrados en los cristales ( durante períodos fríos son muy abundantes y no lo son en períodos cálidos ) demostraron que los acontecimientos climáticos del norte de la Europa medieval se extendió a la Antártida.
La investigación fue publicada recientemente en línea en la revista Earth and Planetary Science Letters y aparecerá en la prensa el 1 de abril.
Sin volvernos "conspiranoicos", podríamos concluír que nuestro estado evolutivo social, torturado durante siglos por ideologías manipuladoras muchísimo más peligrosas que el clima, está predispuesto a asustarse de todo, y a acusarse de todo, y esto es precisamente lo que garantiza la continuidad del poder dominante: un perfil social temeroso, sin importar qué es lo que se tema:
Si antes era un dios irracional, invisible y omnipresente y ahora se lo reemplaza por amenazas supuestamente más racionales, no importa: lo importante es que se siga temiendo y sintiéndo culpabilidad, porque - como ya lo demostró históricamente la iglesia católica - ésa es la clave para tener garantizado el poder y las pingües ganancias: No hay esclavitud más pefectamente perpetrada que aquélla en la cual el esclavo se entrega voluntaria y sumisamente.
Luego, yendo más a los detalles, podremos encontrar - como es costumbre - especulaciones de todo tipo, desde manipulaciones espurias hasta endilgamiento de culpas al más puro estilo católico apostólico romano, pasando por oscuros seres ocultos que sólo viven para destruírnos ( en una visión casi precolombina, y absurdamente egocéntrica ).
La cuestión es que un equipo de científicos dirigido por el geoquímico Zunli Lu de la Universidad de Syracuse en el estado de Nueva York, en los EE.UU. ha encontrado que, contrariamente al "consenso", el "Período Cálido Medieval" que tuvo lugar aproximadamente entre 500 a 1.000 años atrás, no era sólo limitado a Europa sinó a todo el planeta, extendiéndose hasta la propia Antártida, experimentándose un calentamiento global sin - por supuesto - la más mínima participación humana en la emisión de CO2.
Este importantísimo estudio desmiente las afirmaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que afirma que el Período Cálido Medieval fue confinado a Europa y que por lo tanto, el calentamiento que estamos experimentando ahora es un fenómeno causado exclusivamente por el hombre.
El profesor Lu ha demostrado que esto no es cierto, y la evidencia se encuentra en un raro mineral llamado ikaite, que se forma en aguas frías.
'El Ikaite es una versión helada de la piedra caliza, explicó Lu - "Los cristales sólo son estables bajo condiciones de frío y en realidad se funden a la temperatura ambiente. Resulta que el agua que tiene la estructura cristalina - llamada agua de hidratación - brinda información acerca de las temperaturas, conforme a la forma de sus cristales".
Este hallazgo del equipo de investigación de Lu establece, por primera vez, el estudio del ikaite como una forma fiable para conocer las condiciones climáticas del pasado.
Los científicos estudiaron los núcleos de los cristales ikaite provenientes de sedimentos de más de 2.000 años de antigüedad encontrados en las costas de la Antártida, y analizaron especialmente aquéllos que se encontraban en capas depositadas durante la "Pequeña Edad de Hielo" medieval, ( aproximadamente 300 a 500 años atrás ) y durante el Período Cálido Medieval previo, ambos fenómenos perfectamente documentados en el norte de Europa.
Estudiando la cantidad de isótopos de oxígeno pesados encontrados en los cristales ( durante períodos fríos son muy abundantes y no lo son en períodos cálidos ) demostraron que los acontecimientos climáticos del norte de la Europa medieval se extendió a la Antártida.
La investigación fue publicada recientemente en línea en la revista Earth and Planetary Science Letters y aparecerá en la prensa el 1 de abril.
1 comentario:
Precisamente basándose en investigaciones sobre las acumulaciones de hielo, recientemente la 'Oregon State University' ha llegado a la conclusión de que la Tierra se acerca a su mayor temperatura de los últimos 11.300 años.
El estudio, publicado en la revista 'Science', se realizó basándose en análisis llevados a cabo en 73 lugares de la Tierra. Una vez obtuvieron los resultados, los científicos pudieron reconstruir la historia de las temperaturas terrestres tras el fin del periodo glaciar, hace aproximadamente 11.000 años. Según los investigadores, los últimos diez años fueron los más calurosos, comparados con el 80% de los 11.300 años anteriores.
Ya se sabía que la superficie de la Tierra es más calurosa hoy que durante la mayor parte de los 2.000 últimos años. Ahora sabemos que las temperaturas son actualmente más altas que en la mayor parte de los últimos 11.300 años pasados, periodo que corresponde al desarrollo de la civilización humana desde la finalización de la última glaciación.
El paleoclimatológo y coautor del estudio, Peter Clark, indicó que lo más preocupante de los datos obtenidos es que el recalentamiento global posiblemente será mayor en las próximas décadas de lo que lo fue en los últimos 11.300 años.
El clima de la Tierra es complejo y responde a múltiples fuerzas, incluyendo la insolación solar y el CO2. Sin embargo, en los últimos 100 años, el aumento del CO2 a través del incremento de las emisiones procedentes de las actividades humanas ha sido significativo. Es la variable que mejor puede explicar el rápido aumento de las temperaturas globales.
En el pasado, pudieron haber influido erupciones volcánicas masivas, ciclos solares, etc. Sin embargo, hay un interés que procede de "estudios" financiados principalmente por empresas relacionadas con las corporaciones multinacionales mas contaminantes, cuando no por gobiernos irresponsables que las apoyan incondicionalmente, en tratar de confundir a la opinión pública sobre el caracter antropocéntrico del fenómeno conocido como calentamiento global. Eso a pesar de que hay otros factores que tienden a enfriar el clima, como la emisión de partículas a las capas altas de la atmósfera principalmente por la combustión de carbón, o incluso por el desvio de las corrienter termohialinas oceánicas debido al derretimiento de los hielos del Ártico.
Aplicar el Principio Ecologista de Precaución en el caso del Calentamiento Global no solo está cientificamente avalado, sino que negar este fenómeno es una grave irresponsabilidad que ya está trayendo graves consecuencias climáticas que no harán si no empeorar, como son el derretimiento de los casquetes polares y los glaciares, el aumento de los niveles oceánicos, o la desertización y sequía de cada vez mas amplias zonas que hasta hace poco tenían un clima mas benigno.
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