Luego de su exitosa inmersión 11 kilómetros hacia abajo en vertical y en solitario para tocar fondo en el lugar más profundo del planeta, soportando una presión de 1086 bares, ( unas mil veces superior a la presión habitual de la atmósfera a nivel del mar ), los primeros tweets de James Cameron fueron:
“es como dar un paseo por el infierno y volver”.
“Es bueno poder ver el sol”
En una conferencia de prensa, dijo que la experiencia le encantó, que esto es sólo el comienzo en el descubrimiento de una nueva frontera y que regresará, y describió el lugar como “fuera de este mundo, desolado, y muy parecido a la luna”.
Comentó que se había prometido a sí mismo que al tocar fondo se tomaría su tiempo para saborear dónde estaba, cosa que no había hecho cuando se lanzó en busca de la tumba de agua del Titanic.
"Pensé: aquí estoy, en el fondo del océano, en el lugar más profundo en la Tierra”.
"Me quedé sentado mirando por la ventana la llanura estéril, apreciando un paisaje desolado y lunar", comentó.
También contó lo impresionante que es sentirse completamente solo y con tanta agua por encima suyo.
"Es realmente una sensación de aislamiento, pero más que nada, hace tomar conciencia de lo pequeño que uno es dentro de ese lugar oscuro, inexplorado y desconocido ", dijo.
Confesó que tenía la esperanza de ver algún extraño monstruo de aguas profundas que excite el narrador que hay en él, y que se produzca alguna situación similar a la de sus películas, pero nada de esto ocurrió.
Tampoco vio huellas de animales en el fondo del mar como lo hizo cuando se lanzó a más de cinco millas de profundidad semanas atrás, y sólo pudo divisar pequeñas criaturas semejantes a los camarones.
Cameron necesitó unas dos horas y 36 minutos para el descenso –más de lo previsto– y tan solo unos 70 minutos para el ascenso, que fue un poco más rápido de lo esperado.
Pasó más de tres horas en el fondo de la fosa, aunque originalmente se había planeado una estadía por el doble de tiempo.
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