¡HASTA QUE LOS AÑOS NOS SEPAREN!
El comienzo de una nueva relación se manifiesta siempre con una mezcla embriagadora de estallidos hormonales y entusiasmos mentales, pero suele diluírse rápidamente con el paso del tiempo.
Un estudio al respecto intentó establecer una media de estos tiempos emocionales, y los resultados arrojaron que en muchas parejas aún luego de transcurridos diez años, la emoción puede continuar presente y el amor ser tan intenso como al iniciarse la relación.
El estudio fue realizado de manera conjunta por las Universidades Stony Brook de Nueva York y Harvey Mudd College, en Claremont, California , encuestando a 274 personas, todas ellas casadas ( no se incluyó parejas solteras en el estudio ) a fin de determinar las razones por las cuales se consigue llevar adelante la promesa de “hasta que la muerte nos separe” sin necesidad de cometer un asesinato de alguno de los juramentados.
El cuarenta por ciento de los sujetos que habían estado casados por más de diez años confiaron a los investigadores que seguían "muy intensamente enamorados",
el 13,4 por ciento manifestó estar "profundamente enamorados", y el 26,2 por ciento afirmó estar "muy enamorados".
La sensación fue definida como una combinación de comportamientos tales como pensar positivamente acerca de la pareja, ser afectuosos el uno con el otro, continuar manteniendo relaciones sexuales y sentirse felices en general con su vida en pareja.
Estos resultados refutan en cierta medida las creencias de que los sentimientos en las parejas disminuyen muy rápidamente con el paso del tiempo, aunque los mismos resultados mostraron una abrupta caída en los sentimientos intensos con los casados por más de 20 años, y hasta en un 40 por ciento en parejas con 30 años ó más de casados.
También se registraron ciertas diferencias entre los sexos: para los hombres, pensar en su pareja en todo momento fue un indicio claro de un profundo amor, mientras en las mujeres participantes, los sentimientos vinculados a la pasión no fueron tomados en cuenta como claves ni relacionados con las razones que mantienen el amor, sinó con la capacidad de su pareja para brindarles un espacio propio de trabajo y aficiones sin manifestarse celosos o invasivos.
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