Un experimento demostró que una única inyección de células madre podría hacer que los ratones vivan tres veces más tiempo.
Los científicos piensan que el estudio de las proteínas dentro de las células madre, que pueden detener el envejecimiento e incluso prolongar la vida útil hasta tres veces, podrían ser la clave para ofrecer una "inyección de vigor juvenil" a los seres humanos.
El estudio realizado en la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos, no sólo triplicó la vida de los roedores sinó que los hizo más grandes y fuertes, demostrando que es posible mantener a raya por completo el proceso de envejecimiento.
El efecto fue aún más visible cuando en el laboratorio se inyectaron células madre jóvenes a otras que presentaban un proceso de envejecimiento prematuro, y las células sanas crearon un ambiente que ayudó a corregir la disfunción de las enfermas, las cuales comenzaron a mejorar su desempeño.
Los experimentos se realizaron con ratones afectados por la enfermedad que también afecta a los humanos, llamada progeria, que provoca el envejecimiento precoz.
La inyección de células madre sanas se les aplicó a los 17 días de edad, y éstas automáticamente comenzaron a corregir las anomalías en las células enfermas, como la pérdida de masa muscular en sus extremidades, temblores y dificultades en sus movimientos, registrando los ratones un aumento de longevidad desde un promedio de 21-28 días a más de 66 días, tres veces más de lo habitual, crecieron casi tan grandes como sus homólogos sanos y desarrollaron nuevos vasos sanguíneos en el cerebro y en los músculos, deteniéndose los signos de envejecimiento.
Los hallazgos del estudio dirigido por la Dra. Laura Niedernhofer, fueron publicados en la revista Nature.
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