Aplicando el principio del ADN a moléculas artificiales, científicos estadounidenses de la Universidad de New York han dado el primer paso hacia la creación de un material que sea capaz de reproducirse a sí mismo.
En lugar de tratar de copiar los procesos naturales, estos investigadores construyeron una estructura absolutamente artificial empleando como base de sus 4 principales bases nitrogenadas, fragmentos de moléculas de ADN capaces de reproducirse utilizando componentes químicos que existen en su entorno, intentando recrear el efecto de la autorreplicación, habitual en los procesos de la naturaleza.
Los fragmentos moleculares empleados tienen la capacidad de formar parejas ( la adenina sólo puede unirse con la timina y la citosina con la guanina ) y de este modo entrelazan las dos cadenas que forman la doble hélice de la molécula de ADN.
En el proceso de la duplicación, según el orden de las bases de una cadena, se construye la cadena complementaria.En cambio, cada molécula artificial creada tiene la forma de una triple hélice que luego se une a una molécula idéntica por una doble hélice.
Ya que se utilizan numerosos fragmentos de ADN, y no solo cuatro (como en el ADN natural), se supone que se podrán obtener multitud de combinaciones, cada una de las cuales tendría propiedades únicas y constituirán una “nueva generación” hecha de fragmentos complementarios, que al tomar los componentes necesarios del entorno podrá original una segunda copia idéntica a la inicial.
Todavía la productividad de la replicación es solo de un 30%: en el proceso se producen errores y aparecen moléculas hechas de forma incorrecta. Pero los científicos consideran su experimento como un paso importante hacia la creación de un material que pueda reproducirse autónomamente. De esa manera se podría crear materiales y equipos, que funcionen sin la ayuda del hombre, por ejemplo, en las futuras misiones automáticas al espacio lejano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario