Costará alrededor de 7.000 dólares si se aplica a ambos ojos ó 3.500 para uno solo, y consiste en colocar unos anillos microscópicos en la córnea y como beneficio secundario mejorará la vista a cualquier distancia.
A medida que envejecemos, el cristalino ( que actúa igual que un zoom ), que se encunetra ubicado detrás de la córnea se vá endureciendo, pasando grandualmente de ser una sustancia
gelatinosa a una estructura fija, lo cual dificulta la actuación de los músculos oculares para obtener una imagen nítida al no poder enfocar adecuadamente sobre la retina.
A los 45 años ya comienzan a notarse algunos problemas pero es a partir de los 50 cuando se pierde alrededor del 90 por ciento de la flexibilidad.
Las pruebas de esta operación quirúrgica ya se vienen realizando sobre pacientes desde hace 6 años sin que éstos hayan reportado ningún inconveniente ni efecto colateral, aunque obviamente
estará supeditada en cada caso a la actividad que realicen los pacientes ( por ejemplo, quienes necesiten una visión nocturna como algo esencial en sus trabajos, no podrán someterse a este tratamiento ya que podrían ser encandilados inesperadamente ).
La técnica fue perfeccionada en California, EE.UU., y estará disponible en el primer mundo a partir del año que viene.
Existen también tratamientos alternativos que no utilizan láser, como la queratoplastia conductiva ( que utiliza ondas radioeléctricas ) o los implantes de lentes intraoculares, y todas estas operaciones se efectúan sin internación y con anestesia no inyectable.
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