LLEGÓ LA HORA DE LA VERDAD
Como ya lo veníamos comentando, China es desde hace años la única superpotencia con economía en crecimiento en términos reales ( nó virtulaes o “dibujadas” desde hace décadas como la norteamericana o las europeas ) y la real potencia mundial en el mundo hoy día.
Si los chinos decidieran salir a vender sus gigantescas reservas en oro, el efecto sobre la economía occidental sería peor que el de una bomba de neutrones. Por consecuente lógica de mercado, el yuan debería ser hoy por hoy la moneda estructural en la arquitectura monetaria mundial.
Pero en un planeta globalizado, la realidad es mucho más compleja: ningún país del mundo obtiene ( dentro del actual juego de oferta y demanda ) ganancia alguna con el derrumbe de su o sus contrapartes.
Por otra parte, los ladrillos de la mencionada arquitectura económica, que son los mercados, no están en condiciones de afrontar un cambio de divisas tan dramático sin caer en una debacle desastrosa.
Lo que es más que evidente es el estado comatoso del dólar como moneda de reserva, ya que actualmente no posee respaldo de ningún tipo: ni lazos con patrón oro, ni reservas de ese metal que puedan sustentarlo.
Sólo lo mantiene en pié su prestigio histórico, pero éste también se está derrumbando con la propia inoperancia norteamericana para salir de sus endeudamientos multimillonarios.
Había que encontrar urgentemente una opción aceptable para los mercados, para las verdaderas economías fuertes, para satisfacer las exigencias de las economías emergentes, y para salir del dólar sin dejar humillado sin remedio a los Estados Unidos, y esa solución parece estar por venir
a partir del anuncio de la ONU en la Conferencia de la UNCTAD, de reformar todo el sistema monetario internacional tal cual se hiciera después de la Segunda Guerra Mundial y en la década del 70 con la supresión de los acuerdos de Bretton Woods.
Un tema que se negociaba en secreto hasta ahora entre gobiernos y los 420 bancos más poderosos del planeta para reemplazar la hegemonía del dólar por una moneda internacional única, una superdivisa que se utilice como referencia para fijar el valor de las demás monedas,
acompañada por reformas en los sistemas de tipos de cambios de cada país, no sólo con la intervención monetaria de sus propios bancos centrales, sinó también dejando abierta la puerta a una institución multilateral mundial encargada de supervisar la transparencia de esos tipos de cambio.
Hasta aquí, todo suena razonablemente bien, pero se derrumba cuando nos enteramos que el organismo propuesto para desempeñar el papel de banco central del mundo es el FMI, el torpe organismo responsable de la mayoría de las crisis mundiales, famoso por la absoluta falta de
visión y comprensión de las realidades regionales en sus medidas de ajuste salvajes y contraproducentes, y responsable directo en muchísimos casos de revueltas sangrientas, golpes de estado y revoluciones que podrían haberse evitado con un manejo inteligente de los indicadores socio-económicos, e incluso ciego timonel en la conducción económica de Estados Unidos y de las falaces decisiones de su Reserva Federal.
Si éste será el organismo encargado de interpretar las necesidades económicas internacionales y de establecer un patrón para establecer tipos de cambio regionales y condiciones equitativas de
comercio mundial entonces la reforma deberá comenzar profundamente por sí mismo, ya que hasta ahora ha demostrado sólo torpes recetas recesivas y retrógradas ( y consecuentemente, un elenco de economistas ortodoxos, rígidos e inservibles ).
Chinos y rusos parecen estar sumamente satisfechos con el impulso de esta nueva moneda ( el presidente ruso Dimitry Medvedev apareció en la última reunión de las grandes potencias con un modelo de la supermoneda en su solapa ) y el Secretario del Tesoro norteamericano admitió también que EE.UU. estaba “muy abierto” a estudiar esta propuesta monetaria.
En lo referente al tema ideológico, militantes como los teóricos de la conspiración o los apocalípticos, ven en este asunto un paso previo a la instauración de un "Gobierno Único
Mundial" elitista y plutocrático, que además sostienen está anunciado como uno de los momentos previos al fin del mundo ( un dictador mundial que contará con el apoyo de todos los gobiernos de la Tierra e intentará cambiar el tiempo y as leyes ) .
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