Un grupo de científicos británicos han hallado por casualidad restos de una ciudad prehistórica de 56 millones de años de edad bajo el fondo del océano atlántico, al oeste de las islas Orkney y Shetland, junto con los restos de una cadena montañosa, lechos de ocho ríos y restos de polen y carbón ( pruebas de la existencia de vida allí hace millones de años ) mientras realizaban un relevamiento de 10.000 kilómetros cuadrados del fondo del mar para instalar una estación de extracción de petróleo crudo de un pozo, sumergida a unos dos kilómetros de la superficie marítima.
Los científicos, liderados por Nicky White, geólogo de la Universidad de Cambridge, opinan que en tiempos prehistóricos esta tierra se unía con el territorio de Escocia y llegaba hasta la costa de Noruega, y que el territorio investigado ascendió sobre el mar y pasados 2,5 millones de años se sumergió nuevamente ( aunque aún les resultan inexplicables las razones de estos movimientos telúricos ).
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