El organismo federal norteamericano decidió abrir un nuevo sitio oficial en línea llamado The Vault, en el cual ha publicado miles de nuevos archivos OVNIs.
Entre ellos, aparece la copia de un Memorando secreto fechado en 1950 que no tiene desperdicio: Guy Hottel, el agente especial a cargo de la Oficina de Washington del F.B.I. en 1.950, relata el descubrimiento de platos voladores y alienígenas en Nuevo México.
En la nota, en la cual todas las identidades han sido censuradas salvo la del mencionado Hottel, revela que un investigador de la Fuerza Aérea había reportado la caída de tres platillos voladores
accidentados en Nuevo México.
"Se les describe como de forma circular y color plateado, con un diámetro de aproximadamente 50 pies. Cada una de las tres naves estrelladas estaba ocupada por tres cuerpos de forma humana, pero de sólo 3 pies de altura», afirma el director del FBI.
"Estaban vestidos con trajes de una tela metálica de una textura muy fina. Cada cuerpo estaba vendado de una manera similar a los trajes usados por los pilotos de prueba y de fórmula 1."
El informante había comentado que los platillos se habían encontrado gracias a un radar de muy alta potencia activado en esa zona por el ejército y que según sus creencias, habría sido además la causa de los accidentes, por haber interferido con el mecanismo de control de los platos voladores.
El famoso 2 de julio 1947 se había reportado un OVNI estrellado en las cercanías de una base militar de Roswell, habiéndose recuperado los cuerpos sin vida de los alienígenas por los militares estadounidenses , quienes luego les habrían realizado autopsias, siendo el hecho encubierto por las autoridades.
Aquél día, en un principio las autoridades militares emitieron un comunicado de prensa, que comenzaba así: "Los rumores con respecto a un disco volador se hicieron realidad ayer cuando el oficial de inteligencia del Grupo Antibombas 509 del octavo batallón de la Fuerza Aérea en Roswell, capturó un disco. "
Sin embargo, sólo 24 horas más tarde, el ejército cambió su historia y afirmó que el objeto que habían pensado que era un plato volador se trataba de un globo meteorológico que se había estrellado en una estancia cercana.
Sorprendentemente, los medios de comunicación y el público aceptaron la explicación sin cuestionar y Roswell desapareció de las noticias hasta fines de los años setenta, cuando algunos de los militares involucrados comenzaron a hablar.
A este respecto, la nota secreta de Hottel también arroja luz sobre el asunto, cuando comenta que el disco fue transportado a Wright Field para continuar con su inspección y la información se caratuló como de "interés nacional", y observa que tanto la agencia de noticias NBC como la AP aceptaron confabularse para desestimar la historia.
Esto viene a demostrar una vez más hasta qué punto surte eficaz efecto la manipulación de la información, debido fundamentalmente a nuestra preocupante patología de priorizar el contexto sobre su contenido y autoconvencernos de que no hemos sido condicionados por lo específico.
Nuestras reacciones, nuestro modo de pensar dependen del contexto dentro del cual se nos presentan los asuntos, ( lo que los psicólogos evolucionistas denominan el “dominio”del objeto o del suceso).Reaccionamos ante una información nó por su lógica impecable, sinó basándonos en la estructura que la rodea, y en cómo se inscribe dentro de nuestro sistema social y emocional.
En este contexto, una mentira casi infantil, pero presentada bajo la estructura “impecable” del ejército y la prensa, bastó para que anulemos sin discusión de nuestro conciente el hecho empírico y a todas luces evidente del incidente Roswell a la vez que ( y esto es lo más sorpendente! ) aceptamos perder sumisamente la magnitud de nuestro error.
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