Muy cerca de la paradisíaca Riviera Maya, uno de los grandes centros turísticos de México, se encontró la raíz de la profecía. En la estela de piedra que se encuentra en la antigua ciudad de Cobá, aparece tallada la tan temida, polémica y profética fecha: 21 de diciembre de 2012.
Ahora, ha sido presentada a la prensa, el 29 de marzo pasado en Tabasco, en el sureste de México, con la intención de demostrar que la misma ha sido malinterpretada.
Los científicos que han analizado el texto opinan que es extremadamente ambiguo y se presta a múltiples interpretaciones, dependiendo del marco de referencia desde el cual se desee partir:
explican que en lo poco que se lee se describen combates, victorias y sucesos vividos por los mayas y en un párrafo se refiere a la "llegada de un señor de los cielos", en coincidencia con el cierre de un ciclo numérico, y es éste único párrafo el que ha generado todo el revuelo apocalíptico.
Por su parte, la comunidad maya de Tres Reyes ( en la península de Yucatán, también en México ), difiere con ese criterio y eleva al extremo las predicciones, agregando que la fecha estará precedida por dos o tres días de oscuridad.
“No habrá sol y los árboles se secarán. Viviremos un cambio de energía y mientras algunos entrarán en pánico, los más preparados espiritualmente no se asustarán, sin importar en qué dios crea cada uno.”, advierte Eloy, hijo de uno de los principales chamanes de la comunidad, hoy empobrecida y muy lejos de su ancestral resplandor.
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