lunes, 28 de marzo de 2011

ANTENAS HAARP

CAMBIOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS: ¿ LA CULPA ES DE LOS ESTADOS UNIDOS?

El proyecto High Frecuency Active Auroral Program ( HAARP, por sus siglas en inglés) o Programa de Investigación de la Aurora Activa de Alta Frecuencia, tardó 20 años en construírse, y es una monstruosa estación ubicada en Alaska, a 250 kilómetros al noreste de la ciudad de Anchorage. El complejo ocupa casi 14 hectáreas y contiene 360 radioemisoras y 180 antenas de 22 metros de largo. Es el equipo más grande del mundo capacitado para ejercer influencia sobre la ionósfera, con una emisión de 3.600 kilovatios, 75 veces superior a la de una emisora de radio comercial.

Según se explica en su sitio web oficial ( en donde se invita a entrar libremente a cualquier ciudadano pero se le recuerda que es una página del ejército de los EE.UU. y que por lo tanto se reserva el derecho de investigar a todos y cada uno de sus visitantes ), tiene por finalidad estudiar y entender los fenómenos naturales en la ionosfera y el espacio cercano. Sin embargo, llamativamente es un proyecto financiado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos.

Algunos científicos ( particularmente en Rusia, donde se ha desarrollado una especial paranoia respecto de este proyecto, incluso a nivel oficial ), sospechan que el Pentágono regularmente pone en marcha una “terrible arma electromagnética” capaz de modificar la meteorología del planeta.

Mijaíl Guershtein, presidente de la comisión ufológica de la Sociedad Geográfica rusa, declaró en una entrevista realizada por el rotativo ruso Komsomólskaya Pravda, que cada catástrofe natural o tectónica de gran escala ocurrida en el mundo le hace recordar el misterioso complejo estadounidense HAARP.
En agosto de 2002, la Duma (parlamento) de Rusia elaboró un comunicado de prensa escrito por los comités de defensa y asuntos internacionales, firmado por 90 representantes y presentado al entonces presidente Vladimir Putin, que decía textualmente:
"Los Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia... La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre los cuales se puede influir".
El Parlamento Europeo tampoco permaneció ajeno al asunto y en una resolución del 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999), señaló que debido a los potenciales efectos de las actividades realizadas por el proyecto HAARP, éstas habían adquirido trascendencia de envergadura mundial, por lo que solicitó que sea objeto de una evaluación por parte de STOA en lo que se refería a sus repercusiones sobre el medio ambiente local y mundial y sobre la salud pública en general, y asimismo pidió que se celebrara una convención internacional que logre la prohibición mundial de cualquier tipo de desarrollo y despliegue de armas que puedan permitir cualquier forma de manipulación de seres humanos.En agosto de 2010, varios físicos rusos acusaron a EEUU de estar tras la intensa ola de calor rusa que originó numerosos incendios y duplicó la mortalidad. Afirmaron que el proyecto HAARP no es solo un medio de investigación, sino una potente arma que modifica el campo eléctrico y provoca cambios climáticos a nivel mundial ( siguiendo esta línea de pensamiento, habría que concluír que las últimas mega-catástrofes los Estados Unidos las dirigieron contra sus aliados naturales. Es cierto que con amigos como Estados Unidos nadie necesita enemigos, pero resulta difícil de creer que se haya podido llegar a tal extremo ).Cada nueva catástrofe natural de proporciones, reaviva el tema de las antenas HAARP, de la cual se dijo también que podía ser una posible causa de los terremotos en China, Chile, Haití, Nueva Zelanda y Japón, como así también de las inundaciones en Europa y Australia.
La prensa en todo el mundo suele apoyar este tipo de hipótesis aseverando que la estación estadounidense provoca desastres naturales, que equivale a decir que debe ser considerada un arma climática y tectónica.
Pero, ¿hay alguna posibilidad de que esto sea cierto?
La historia del HAARP comenzó en 1958, cuando el físico Nicholas Christoferson ofreció usar para la comunicación con los submarinos sumergidos en el mar una banda de frecuencia extremadamente baja (o ELF, por sus siglas en inglés), y de allí surgió la idea de construír una emisora/receptora capaz de generar estas ondas, concebida por el físico Dennis Papadopulos a mediados de los ochenta.La construcción empezó a mediados del año 1990 gracias al respaldo del senador de Alaska Ted Stevens, quien en la conferencia de prensa con motivo del inicio del proyecto, informó que los objetivos del mismo eran la utilización de la energía de la aurora boreal y la lucha con la crisis energética. Pero la participación del físico Bernard Eastlund ( creador de un método para alterar regiones de la atmósfera, ionósfera y magnetósfera de la Tierra ) en el proyecto hizo prácticamente imposible de digerir las declaraciones del senador estadounidense.El proyecto de Eastlund incluía antenas para la creación de un escudo energético, capaz de inutilizar misiles y aviones enemigos y establecía que para que tales operaciones fueran factibles, se necesitaba un lugar donde las líneas del campo magnético fueran perpendiculares al suelo. Alaska era el lugar adecuado.
Aunque los científicos trataron de convencer a la sociedad de que una estación capaz de derribar cohetes tendría que ser 300.000 veces más potente que el HAARP y a pesar de que el Ministerio de Defensa de EE. UU. rechazó “oficialmente” la propuesta de Eastlund como absurda, muchos no llegaron a creer estas explicaciones.
En los años noventa los científicos estadounidenses trataron de utilizar las capacidades del HAARP para localizar búnkeres subterráneos, por ejemplo el de Osama Bin Laden, pero sus intentos fracasaron.
Oficialmente, HAARP modifica temporalmente la ionosfera con el fin de entender sus procesos naturales. Durante la investigación, la señal generada por el transmisor se envía al campo de antenas, que la transmiten hacia el cielo, a una altitud de entre 100 y 350 kilómetros. Dicha señal se absorbe parcialmente, concentrándose en un espacio de unos cientos de metros de altura y varias decenas de kilómetros de diámetro. A pesar de que la señal es mucho menos intensa que la radiación natural, los científicos advierten que con la energía suficiente lanzada a la ionosfera sepuede producir por lo menos el corte de los sistemas de navegación y de comunicación en todo el mundo.
Varios científicos opinan ( y en esto coincidimos ) que los expertos de HAARP no tienen ni idea sobre los posibles efectos de tales experimentos. Por ejemplo, a pesar de que en el sitio web delprograma se indica que el HAARP no produce efectos en la atmósfera que sean perceptibles, recientemente lograron obtener una interacción entre energías del Sol y de la estación terrestre, creando la primera aurora boreal artificial que podía verse en forma de una luminiscencia verde.
A pesar de las numerosas acusaciones sobre intentos de modificar los sistemas naturales y la meteorología en las regiones donde se ubican los 'enemigos' de EE. UU., los académicos dudan de que esto sea posible, y en esto también coincidimos. Los meteorólogos argumentan que la energía emitida por la estación HAARP, no es absorbida ni por la troposfera, ni por la estratosfera, es decir, por las dos capas de la atmósfera donde se van formando las condiciones meteorológicas.
La interacción electromagnética sí se produce, pero a la altura de unos 70 kilómetos, desde donde hay pocas posibilidades de 'lanzar' situaciones climatológicas adversas a cualquier región de la Tierra. También esto podría valer para los terremotos y otros desastres de los que advierten los partidarios de teorías conspirativas.
Pero la verdad todavía no está clara ni siquiera para quienes manipulan el experimento.
Aunque puede que HAARP no sea una terrible “máquina de la muerte”, tampoco parece seguro que sea un proyecto enteramente pacífico y científico, orientado a investigar exclusivamente cuestiones relacionadas con la aurora boreal.
Nuestra opinión es que la manipulación del electromagnetismo que se efectúa a través de estas antenas tiene consecuencias distorsivas, ya que bajan las frecuencias a veces hasta tocar tierra, habiéndose comprobado que son capaces de causar interrupciones en las comunicaciones, en los suministros eléctricos e incluso en los estados de ánimo del ser humano.

Consecuencias ecológicas de mayor envergadura no han podido ser comprobadas, aunque tampoco descartadas, pero lo que a nuestro modo de ver está muy lejos de ser cierto es que este sistema pueda ser utilizado voluntariamente hoy día como un arma geofísica, aunque su eventual combinación con satélites y estaciones espaciales podría convertirlo en una en el futuro, en un contexto similar al de la “guerra de las galaxias” que impulsaba Ronald Reagan y que notoriamente coincidió con la disolución de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín.
Una operación de estas antenas al ciento por ciento combinada con laseres desde el espacio sí podría crear anomalías climatológicas, siguiendo la teoría de la resonancia del genial Nikola Tesla, por la cual pequeñas señales activadoras pueden controlar energías enormes.
¡LA CONEXIÓN TESLA! Una vez más, todos los caminos conducen a Tesla, el genio máximo de la actual civilización, un absoluto adelantado a su tiempo y consecuentemente incomprendido, y aún hoy uno de los sabios
menos conocidos. Experto en termodinámica, energía electromagnética, solar y rayos cósmicos, inventor de la radio ( robado por Marconi y Edison ), del primer OVNI, de la corriente alterna y el motor de inducción electromagnética y del primer sistema de transmisión de energía inalámbrica, es decir sin medio físico.Consiguió encender un conjunto de lámparas de 50 vatios a 40 km de distancia y lanzó la idea de poder concentrar y transmitir energía a grandes distancias.
Llegó incluso a etapas preliminares de desarrollo de máquinas del tiempo y portales dimensionales, ¡antes de 1910!. El proyecto HAARP parte de la idea original de Tesla ( en realidad de una parte de su idea, la cual era mucho más compleja y global ): poder transmitir potentes ondas electromagnéticas que se puedan reflejar en la ionosfera y así alcanzar grandes distancias.

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