Una réplica de 4,1 grados en la escala de Ritcher se produjo ayer a las 16.10 horas en la Bahía de San Francisco, en el norte del Estado de California (EE. UU.), en las cercanías de la zona del famoso temblor de 1984 que causara enormes daños, y se hizo sentir hasta en San Francisco, situado a 85 kilómetros del lugar.
El epicentro del sismo tuvo lugar en la Falla de Calaveras ( la rama mayor de la Falla de San Andrés ), a 7 kilómetros de profundidad.
El departamento de policía informó que el temblor no causó ningún tipo de daño, y los expertos comentaron que réplicas de 4 grados de magnitud no son algo excepcional para las áreas de inestabilidad sísmica.
Los temblores que el domingo y el lunes pasado asustaron a todos los habitantes del centro-sur de Chile parecen haber sido réplicas del terremoto de 8,8 grados de febrero del 2010, afirman ahora los sismólogos, quienes opinan que un movimiento tan fuerte puede generar réplicas durante al menos los siguientes tres años, y advierten que deben esperarse más temblores en los próximos días.
Afortunadamente, tampoco aquí hubo que lamentar accidentes, daños mayores ni pérdidas de vidas.
El temblor del domingo fue de más que considerable intensidad ( 7,2 grados en la escala de Ritcher contra 8,8 que tuvo el del 27/2/10 ) y tuvo su epicentro bajo el mar a 149 kilómetros al oeste de la localidad de Tirúa, en la región del Bío Bío y el del lunes tuvo una intensidad de 6,4 con réplicas de menor intensidad en las zonas cercanas.
EL EJE DE LA TIERRA, ANTES Y DESPUES DEL TERREMOTO CHILENO DE FEBRERO DE 2010
El sismo había sido de 8,8 grados en la escala de Ritcher y fue de tal magnitud que hizo el día terrestre más corto ( según la NASA, redujo su duración en 1,26 microsegundos ) y desplazó el eje de la Tierra 8 centímetros, con lo cual se reflejó una vez más lo frágil del equilibrio planetario, aún cuando su balance nos transmita la impresión contraria.
El lago de orígen glaciar Nahuel Huapi, en Argentina, famoso por su intenso color azul, acaba de sufrir un cambio de coloración hacia un tono más claro, casi celeste, en una amplia franja. Los vulcanólogos de la Universidad de Comahue ( Argentina ) atribuyen el fenómeno al temblor que sacudió el centro sur de Chile el domingo pasado, que pudo provocar deslizamientos subacuáticos y desmoronamientos que liberan partículas finas de sedimentos de cenizas volcánicas que entran en suspensión y se reflejan en la superficie del lago. La situación registra antecedentes, como el del lago Huechulafquen ( situado a 400 km del Nahuel Huapi ) que tras el sismo chileno del 27/02/10 mostró un efecto similar
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