AHORA, BLANQUEANDO LA RADIACIÓN
Si Usted recorre nuestros posts en este blog desde el 11 de marzo hasta hoy, verá como hemos predicho el futuro con mucho mayor eficiencia que cualquier astrólogo actual o milenario y no por poseer cualidades precognitivas sinó simplemente por conocer tan sólo un poquito más que la mayoría la forma de actuar, pensar y mentir del poder.
Una a una, fuimos vaticinando las situaciones, las actitudes, las mentiras, los ocultamientos y las conspiraciones que se movieron y se mueven alrededor del desastre de la central nuclear japonesa, colapsada nó a causa del tsunami y maremoto, sinó de la atroz incompentencia e indolencia de las autoridades a cargo de la seguridad.
Ahora comenzaron a blanquearse los niveles de radioactividad, claro que no por parte del gobierno ni de la tristemente célebre TEPCO, sinó por iniciativa de un grupo privado que se dio cuenta finalmente que están completamente solos y totalmente abandonados por quienes se suponen son sus representantes a quienes cada uno de los ciudadanos ha delegado su mandato ( claro, esto es sólo una teoría en los libros de Educación Cívica, si Ud. quiere ver cómo es en la práctica, puede simplemente revisar el fresco caso de Fukushima en Japón recorriendo este blog ).
De todas formas, al permitir estos dos siniestros encargados de la in-seguridad nuclear ( el gobierno y el administrador de la central atómica ) que estos organismos privados realicen su labor, están en cierta manera permitiendo un nuevo blanqueo.
El estudio fue realizado el 26 de junio por seis diferentes grupos de ciudadanos autoconvocados, incluida la Red de Fukushima para salvar a los niños de la radiación (Fukushima Network for Saving Children from Radiation), y fue dirigido por el profesor de la Universidad de Kobe, Tomoya Yamauchi, experto en radiología.
Los resultados fueron tan oscuros como nosotros lo habíamos predicho hace mucho tiempo: la ciudad de Fukushima presenta un nivel de radiación mucho mayor que la que presentaba Chernobyl en 1986 ( todavía resuenan en nuestros oídos las necias mentiras del gobierno japonés: esto no será ni parecido a Chernobyl… y efectivamente no lo fue: fue mucho peor, y ¡ojo!: además todavía es un desastre en curso ).
La ciudad de Fukushima, distante unos 60 kilómetros de la central nuclear averiada ( es decir, fuera de la ridícula zona de exclusión impuesta por el gobierno ) fue medida en cuatro diferentes puntos y todas las muestras del suelo contenían cesio en una dosis superior al límite de 10.000 becquereles por kilógramo, siendo la marca más alta de 931.000 becquereles por kilógramo ( casi el doble que las mediciones que obligaron el reasentamiento de la población en Chernobyl ), las medianas de 46.540 y las más tenues de entre 16.290 y 19.220 becquereles.
Ante estos resultados, los activistas intensificaron sus reclamos de que al menos se evacúe con urgencia a los niños y a las mujeres embarazadas, ya que los primeros al jugar con tierra quedan expuestos a la radioactividad de manera permanente ( ya un chequeo realizado sobre 1080 niños a fines de marzo indicaba un 45% de huellas de sustancias radioactivas, así que imagínense en qué niveles estarán ahora ).
Una máscara más ha caído y restan aún muchas por derrumbarse. Por ejemplo, nadie se ha preocupado en difundir la noticia de que el índice de suicidios en la zona del desastre ha aumentado en un 45 % CUARENTA Y CINCO POR CIENTO desde que comenzara el peor desastre nuclear en la historia de la humanidad.
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