Este insólito episodio se produjo en la ciudad de Syracuse, estado de Nueva York, Estados Unidos.
Un ladrón de bancos, Arthur Bundrage, de 28 años de edad, se acercó a la ventanilla de un banco y, sin hacer exhibición de armas, exigió al cajero que le entregara 20.000 dólares.
El cajero le entregó una suma de dinero y el jóven se marchó, mientras los empleados del banco obviamente llamaban a la Policía.
Mientras las fuerzas del órden se encontraban aún en el banco y habían cerrado sus puertas para iniciar la investigación, alguien comenzó a golpear con fuerza en la entrada del edificio.
Cuando la policía fue a ver de quién se trataba, resultó ser el propio asaltante, demandando que lo dejaran ingresar pues deseaba reclamarle al cajero que el monto que le había entregado era una suma menor a sus reclamados 20.000 dólares. Por supuesto, el jóven fue arrestado y no opuso resistencia.
Un ladrón de bancos, Arthur Bundrage, de 28 años de edad, se acercó a la ventanilla de un banco y, sin hacer exhibición de armas, exigió al cajero que le entregara 20.000 dólares.
El cajero le entregó una suma de dinero y el jóven se marchó, mientras los empleados del banco obviamente llamaban a la Policía.
Mientras las fuerzas del órden se encontraban aún en el banco y habían cerrado sus puertas para iniciar la investigación, alguien comenzó a golpear con fuerza en la entrada del edificio.
Cuando la policía fue a ver de quién se trataba, resultó ser el propio asaltante, demandando que lo dejaran ingresar pues deseaba reclamarle al cajero que el monto que le había entregado era una suma menor a sus reclamados 20.000 dólares. Por supuesto, el jóven fue arrestado y no opuso resistencia.
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