Insistentes ( y lógicos ) análisis de especialistas económicos finalmente han decidido afrontar una realidad que nosotros ya venimos vislumbrando ( y posteando ) casi desde el mismo inicio de este blog: un colapso del sistema financiero mundial, especialmente malo en lo que atañe al continente europeo.
Las predicciones más agoreras ( como la de "theeconomiccollapseblog.com" ), indican que el inevitable derrumbe sobrevendrá este mismo otoño europeo, ya que suele ser la clásica estación en la cual se han manifestado las principales crisis financieras de la historia ( 1929, 1987, 2008 ), ya que setiembre es el mes donde una crísis bancaria tiene más posibilidades de ocurrir que en cualquier otro momento.
Ya las piezas se han movido en esa dirección desde hace bastante tiempo, incluyendo las decisiones inminentes que deberán tomar los Países Bajos, Grecia y Alemania, que originarán un inevitable efecto dominó sobre el resto de la comunidad y de sus actitudes frente a las debilitadas economías española ( que según su ministro de Economía, necesitará un rescate de 300 mil millones de euros ) e italiana.
La recesión en España provocó una contracción de un 0,4 % en el segundo trimestre de 2012 contra un 0,3% del primero, y ha provocado una tasa de desempleo del 24,6%.
Agujeros en el plan de rescate financiero para Grecia, donde el desempleo está en niveles similares a los de España, prevén una contracción de su economía en un 7% durante 2012, y su caída en un coma financiero irreversible parece inminente después de que Alemania afirmó que no hará más concesiones a ese país.
De la profunda recesión del Reino Unido ya hemos hablado en otros posts, pero agregamos que la contracción de su economía alcanzó un 0,7% y seguramente empeorará luego del "impuesto olímpico" que dejarán los juegos de Londres.
Por su parte, en Estados Unidos su deuda crece mucho más rápido que su PBI y el índice The Dallas Fed sobre la actividad empresarial en general bajó dramáticamente en julio, clara indicación de una recesión en ciernes.
Hasta el propio gigante de la economía actual, China, está sintiendo los efectos de la crisis y su economía también reflejó una desaceleración sin precedentes en mucho tiempo.
Las causas de fondo ya las hemos analizado repetidas veces y ahora ya no tiene demasiado sentido insistir en ellas, porque se ha llegado a un punto de nó retorno en el cual se está tratando de sacar con un vaso el agua de un barco que se hunde.
Las predicciones más agoreras ( como la de "theeconomiccollapseblog.com" ), indican que el inevitable derrumbe sobrevendrá este mismo otoño europeo, ya que suele ser la clásica estación en la cual se han manifestado las principales crisis financieras de la historia ( 1929, 1987, 2008 ), ya que setiembre es el mes donde una crísis bancaria tiene más posibilidades de ocurrir que en cualquier otro momento.
Ya las piezas se han movido en esa dirección desde hace bastante tiempo, incluyendo las decisiones inminentes que deberán tomar los Países Bajos, Grecia y Alemania, que originarán un inevitable efecto dominó sobre el resto de la comunidad y de sus actitudes frente a las debilitadas economías española ( que según su ministro de Economía, necesitará un rescate de 300 mil millones de euros ) e italiana.
La recesión en España provocó una contracción de un 0,4 % en el segundo trimestre de 2012 contra un 0,3% del primero, y ha provocado una tasa de desempleo del 24,6%.
Agujeros en el plan de rescate financiero para Grecia, donde el desempleo está en niveles similares a los de España, prevén una contracción de su economía en un 7% durante 2012, y su caída en un coma financiero irreversible parece inminente después de que Alemania afirmó que no hará más concesiones a ese país.
De la profunda recesión del Reino Unido ya hemos hablado en otros posts, pero agregamos que la contracción de su economía alcanzó un 0,7% y seguramente empeorará luego del "impuesto olímpico" que dejarán los juegos de Londres.
Por su parte, en Estados Unidos su deuda crece mucho más rápido que su PBI y el índice The Dallas Fed sobre la actividad empresarial en general bajó dramáticamente en julio, clara indicación de una recesión en ciernes.
Hasta el propio gigante de la economía actual, China, está sintiendo los efectos de la crisis y su economía también reflejó una desaceleración sin precedentes en mucho tiempo.
Las causas de fondo ya las hemos analizado repetidas veces y ahora ya no tiene demasiado sentido insistir en ellas, porque se ha llegado a un punto de nó retorno en el cual se está tratando de sacar con un vaso el agua de un barco que se hunde.
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