El ministro de Finanzas de Japón Taro Aso causó controversia luego de su sugerencia a las autoridades para que dejen que los ancianos de más de 60 años “se den prisa y se mueran” sin que el Estado pague por los tratamientos de los que se encuentran en estado terminal.
Aso, de 72 años que también ocupa el puesto de viceprimer ministro, considera que los enfermos terminales mayores de 60 años son una carga innecesaria para las finanzas de Japón, y aseguró que en caso de padecer una enfermedad mortal, él mismo rechazaría los cuidados públicos.
Sus declaraciones tuvieron lugar durante una reunión del Consejo Nacional sobre la reforma de la Seguridad Social.
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