Los investigadores del MIT ( Instituto Tecnológico de Massachusetts ) aseguran haber descubierto un nuevo tipo de materia y un nuevo tipo de magnetismo que podría cambiar la forma de almacenar de datos.
“Estamos demostrando que hay un tercer estado fundamental de magnetismo”, declaró el profesor de física Young Lee, cuyo trabajo experimental toma como base el espín líquido cuántico (QSL), un cristal sólido, cuyo estado magnético se describe como líquido.
A diferencia de los otros dos tipos de magnetismo -ferromagnetismo y antiferromagnetismo-, las orientaciones magnéticas de las partículas individuales dentro de él fluctúan constantemente, asemejándose al movimiento constante de las moléculas dentro de un líquido verdadero. y aunque es extremadamente difícil medir o probar la existencia de este estado exótico, Lee defiende su investigación como “uno de los principales conjuntos de datos experimentales que existen sobre esto, resultado de una estrecha colaboración multidisciplinaria entre físicos y químicos”.
Estos estados cuánticos fraccionados, llamados espinones, forman un continuo, lo que resulta “extraordinario”, destaca la revista Nature.
Su trabajo podría tener aplicaciones en el almacenamiento de datos o de comunicaciones, e influir en la investigación de superconductores de alta temperatura.
“Estamos demostrando que hay un tercer estado fundamental de magnetismo”, declaró el profesor de física Young Lee, cuyo trabajo experimental toma como base el espín líquido cuántico (QSL), un cristal sólido, cuyo estado magnético se describe como líquido.
A diferencia de los otros dos tipos de magnetismo -ferromagnetismo y antiferromagnetismo-, las orientaciones magnéticas de las partículas individuales dentro de él fluctúan constantemente, asemejándose al movimiento constante de las moléculas dentro de un líquido verdadero. y aunque es extremadamente difícil medir o probar la existencia de este estado exótico, Lee defiende su investigación como “uno de los principales conjuntos de datos experimentales que existen sobre esto, resultado de una estrecha colaboración multidisciplinaria entre físicos y químicos”.
Estos estados cuánticos fraccionados, llamados espinones, forman un continuo, lo que resulta “extraordinario”, destaca la revista Nature.
Su trabajo podría tener aplicaciones en el almacenamiento de datos o de comunicaciones, e influir en la investigación de superconductores de alta temperatura.
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