Los científicos han desarrollado una cinta quirúrgica que puede quitarse sin dolor, técnica desarrollada para poder ser utilizada en bebés prematuros cuya piel es demasiado delicada, pero de la cual también podrían beneficiarse los adultos, ya que la tecnología podría utilizrse para crear tiras adhesivas que puedan quitarse sin dolor.
El nuevo parche tiene el mismo adhesivo que las versiones tradicionales pero viene con una capa adicional en su centro, que tiene que ser pelada de nuevo para retirar la cinta.
Al despegarse esta capa media, se retira el apósito sin dolor dejando sobre la piel sólo una capa que puede ser frotada con los dedos o esperar a que se disuelva en forma natural.
El inventor de esta cinta 'sin lágrimas "es el profesor Robert Langer que se inspiró en las constantes dificultades que enfrentan los hospitales con los bebés prematuros al intentar unir los tubos de respiración, sondas de temperatura o monitores cardíacos a su delicada piel causando daños que promueven infecciones y falta de cicatrización.
Hasta ahora, versiones más amables de estas cintas tenían la contraindicación de que eran menos adhesivas.
La nueva cinta podría estar en el mercado en tan sólo uno o dos años.
El nuevo parche tiene el mismo adhesivo que las versiones tradicionales pero viene con una capa adicional en su centro, que tiene que ser pelada de nuevo para retirar la cinta.
Al despegarse esta capa media, se retira el apósito sin dolor dejando sobre la piel sólo una capa que puede ser frotada con los dedos o esperar a que se disuelva en forma natural.
Hasta ahora, versiones más amables de estas cintas tenían la contraindicación de que eran menos adhesivas.
La nueva cinta podría estar en el mercado en tan sólo uno o dos años.
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