En 1993, tres austríacos, uno de ellos cajero de un banco, simularon un robo en la sucursal donde el hombre desempeñaba su cargo y robaron unos 234.000 dólares en diversos valores ( oro, billetes y otros metales preciosos ).
El desfalco fue descubierto poco después y los ladrones condenados a prisión, de donde el cajero salió en libertad condicional después de cumplir 3 años y medio de condena efectiva.
Parte del monto robado fue localizado por la policía y el resto devuelto por el propio cajero durante el juicio, suma que fue entregada al Ministerio de Justicia de Austria para su custodia.
Pero resultó que casi 20 años después, el abogado del cajero, Herbert Eichenseder, fue notificado por el Tribunal de Apelaciones de Viena que necesitaba transferir a su ex cliente la suma de 63.000 euros ( unos 88.000 dólares ) solicitándole le informe un número de cuenta bancaria donde poder hacerlo.
Un portavoz del Tribunal explicó que se trataba de una parte del dinero que tenía bajo custodia el Ministerio de Justicia después del robo y que durante los 20 años posteriores al asalto, ni el banco ni la compañía de seguros solicitaron que les devolvieran el dinero, con lo que, después de un juicio que duró entre mayo y octubre de este año, el Tribunal sentenció que el pago debía hacerse al ladrón.
Las razones por las cuales ni el banco ni la compañía de seguros reclamaron ni piensan reclamar ese dinero, fueron que, en el caso del banco, fue resarcido por un seguro contra asaltos, mientras que la compañía de seguros recibió el oro ( que según su contrato con el banco, pertenecía a la compañía de seguros) y, como desde 1993 la cotización de este metal creció considerablemente, todos sus daños quedaron cubiertos y ya no tenía una base legal para demandar más compensaciones.
Eichenseder confirmó que los 63.000 euros están ya en su cuenta y que en los próximos días los entregará al cajero ladrón.
1 comentario:
jajaja se ven casos
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