El escándalo artístico, ideológico y político han acompañado el nuevo tour de Madonna desde su mismo inicio: primero provocó la indignada reacción de la ultraderecha francesa al proyectar una imágen de su líder Marine Le Pen con una esvástica sobre su rostro lo cual motivó un juicio de su partido contra la diva.
Luego otro concierto, organizado con la intención de "calmar" las reacciones agresivas del episodio anterior, terminó con abucheos de sus propios fans, enfurecidos por la brevedad de su show, que duró sólo 45 minutos dentro de los cuales hubo que soportar un aburrido discurso de la cantante por más de 15 minutos.
El público arrojó botellas y toda clase de basura sobre el escenario exigiendo la devolución del dinero que pagaron por sus entradas.
Ahora, le toca enfrentar una verdadera "cruzada" polaca en su contra: una organización juvenil cristiana la acusa de "sacrílega" y exigen la cancelación del concierto programado en Varsovia para el 1 de Agosto, habiendo recolectado ya 43.000 firmas que apoyan su petición.
Los "cruzados" entregaron al Ayuntamiento local la nota con las firmas y exigieron a las autoridades la cancelación del show.
"El sacrilegio es uno de los pecados más graves que puede cometer un hombre", indica el documento.
El representante de la organización, Martin Musial, opina que: "Esta mujer mancha los símbolos cristianos y se burla de dios y la virgen, promueve la distribución de pornografía y alienta las desviaciones sexuales, y no se puede consentir que alguien impunemente se mofe de Jesús y su madre".-concluyó.
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