Ford está probando el prototipo de un sistema de Asistencia en Atascos (Traffic Jam Assist), una suerte de piloto automático que dentro de cinco años podría hacer que los automovilistas se olviden de la pesadilla de conducir cuando el tráfico es intenso.
El sistema analiza la situación en la carretera con una cámara y un radar especial instalado en el vehículo.
Si la computadora de a bordo detecta un atasco, le pregunta al conductor si desea transferir el control del automóvil al dispositivo de asistencia, y en caso de que la decisión sea afirmativa, el dueño del vehículo puede dejar el volante, quitar los pies de los pedales y relajarse, ya que el sistema se ocupa de 'conducir'.
Sabe acelerar, frenar y mover el volante por su propia cuenta y el automóvil siempre se mantendrá en el medio del carril, incluso en las curvas.
Si la situación en la carretera vuelve a la normalidad y la velocidad del vehículo alcanza las 30 millas por hora (unos 48 kilómetros), la computadora pone de nuevo el control del coche en las manos del conductor. Los expertos opinan que la implementación de este sistema podría agilizar el desplazamiento de los vehículos en los atascos un 37% y disminuir un 20% el tiempo que el conductor se ve obligado a pasar en el camino.
El sistema está diseñado, principalmente, para ser utilizado en autopistas y autovías, ya que dentro de las ciudades puede haber más obstáculos como peatones o ciclistas.
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