Ayer viernes alrededor de las 12:45 horas, un extraño sonido de orígen desconocido perturbó a los habitantes de San Diego, en EE.UU.
Según los residentes, fue similar a un portazo, pero de tal magnitud que hizo temblar los cristales de las ventanas, pese a lo cual el Servicio Geológico norteamericano informó que no se registró ninguna actividad sísmica en la región durante el evento.
Tampoco se reportaron restos de "chaff", una sustancia que suele estar relacionada con ejercicios militares y que está formada por pequeñas partículas de aluminio, fibra de vidrio o plástico metalizado, no obstante lo cual el oceanógrafo Kristoffer Walker sugirió que podía tratarse de un temblor atmosférico provocado por actividades militares que sí fueron reportadas, pero a unos 80 kilómetros del lugar, transmitidas hasta el condado por vientos muy veloces.
Según los residentes, fue similar a un portazo, pero de tal magnitud que hizo temblar los cristales de las ventanas, pese a lo cual el Servicio Geológico norteamericano informó que no se registró ninguna actividad sísmica en la región durante el evento.
Tampoco se reportaron restos de "chaff", una sustancia que suele estar relacionada con ejercicios militares y que está formada por pequeñas partículas de aluminio, fibra de vidrio o plástico metalizado, no obstante lo cual el oceanógrafo Kristoffer Walker sugirió que podía tratarse de un temblor atmosférico provocado por actividades militares que sí fueron reportadas, pero a unos 80 kilómetros del lugar, transmitidas hasta el condado por vientos muy veloces.
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