La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de los EE.UU. está obsesionada con crear bio-robots que puedan cambiar de forma y para eso inyectó 3,3 millones de dólares a un proyecto científico de la Universidad de Tufts que intenta lograr ese revolucionario avance en el campo de la robótica.
En lugar de poseer un sistema de palancas y articulaciones como los robots actuales, el director de la investigación Barry Trimmer, planea crear uno con una estructura similar a la de los pulpos y orugas, que controlan su organismo sin huesos ni articulaciones.
Basarán su trabajo en materiales biológicos, tratando de crear músculos y oórganos sensoriales, para que sean capaces de realizar operaciones complicadas e impracticables para una criatura humana o para un robot tradicional, controlándolos a través de un procesador de funcionamiento que no debería ser demasiado complejo ya que los organismos biológicos tienen un sistema nervioso relativamente simple.
El científico afirma que la producción de flexibles beneficiarían fuertemente el campo de la medicina.
Según wordscience.org, ya se ha logrado construir un prototipo.
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